El Paseo de la Reforma se convirtió en “zona de tolerancia” en la que miles de personas que marcharon para exigir la legalización de la cannabis aprovecharon para fumarse un churro sin problemas.
El Día Mundial de la Mariguana 4/20 fue la oportunidad que esperaban los consumidores para demandar que se acaben las persecuciones por el consumo y que haya mariguana legal para todos.
Cerca del mediodía llegaron pequeños grupos de jóvenes, mujeres y hombres que se concentraban en cruces de la avenida en espera de que dieran las 4:20, hora en la que los organizadores programaron la fumada masiva. Sin embargo, fue difícil la espera; sobre la citada avenida, desde lejos, se podía identificar a los participantes al percibirse el olor a la yerba que era consumida entre varios, “una verdadera camaradería”.
El cigarrillo hecho por cada consumidor era el más recurrente, pero también había quienes querían lucirse y se daban un pasón con una pipa, pero en ambos casos las compartían.
La hora de salir llegó y una enorme lona se extendió: “Hijas de la Cannabis”, para empezar la marcha, que fue amenizada con música electrónica desde la plataforma de un tractocamión.
El Ángel de la Independencia estaba saturado y cientos de personas se incorporaron conforme avanzó el contingente, pero tuvieron que esperar para dar los primeros pasos.
Agentes de tránsito realizaron cortes a la circulación para desviar los vehículos por el paso de la manifestación. En el trayecto, sin reparo, circularon entre los participantes y los cigarros de mariguana bajo dos exigencias a las autoridades: espacios de tolerancia donde fumen libremente el enervante y la legalización del consumo igual para todos.
Tras llegar al Hemiciclo a Juárez, algunos se dispersaron ante lo abarrotado de la avenida, mientras otros se quedaron para expresar su deseo de que haya consumo legal.
Con información del periódico La Jornada