Ante el incremento de aranceles al acero y aluminio mexicanos del 25 al 50 por ciento, el vicecoordinador económico del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Héctor Saúl Téllez Hernández, urgió al gobierno federal a tomar medidas para reducir el impacto negativo que generará esta imposición del gobierno de Donald Trump a la industria nacional y en consecuencia a la economía de nuestro país.
“El gobierno mexicano sigue pasmado ante las atrocidades arancelarias que nos impone Donald Trump un día si y el otro también, es un completo fracaso diplomático del secretario de Relaciones Exteriores y del de Economía en las negociaciones diplomáticas y económicas que llevan a cabo con el país vecino. Este gobierno no ha sabido mitigar los embates que nos hace día a día Donald Trump”, expresó.
Agregó que el incremento arancelario del 25 al 50 por ciento en el acero y el aluminio traerá una repercusión inmediata de cuando menos 530 mil millones de pesos que representa el 1.7 del Producto Interno Bruto nacional.
Por ello, a nombre del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, exigió al titular de la SRE, Juan Ramón de la Fuente, llevar a buen puerto las negociaciones con Estados Unidos y al de Economía, Marcelo Ebrard, concretar un plan para proteger a la industria mexicana del acero y el aluminio.
El llamado gobierno de la cuarta transformación, abundó, no ha podido llevar a cabo negociaciones correctas con su contraparte estadounidense, pues los resultados hasta el momento son “completamente catastróficos” en la relación comercial con los Estados Unidos.
El diputado panista señaló que según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las exportaciones mexicanas afectadas por estos aranceles podrían representar hasta el 4.7% del total de las exportaciones del país, equivalentes a más del 1.5% del PIB de 2024. Es decir, se estima que puedan llegar a 530 mil millones de pesos.
Abundó que este incremento arancelario tendrá un impacto dos veces mayor en la industria, lo que significaría que México verá disminuida su competitividad. Además, esto provocará un aumento inflacionario en los costos para el sector industrial y las cadenas de suministro, lo que pondrá en peligro las inversiones y los puestos de trabajo en el ámbito de la industria del acero.
Una de las principales afectadas, dijo, será la industria mexicana de autopartes, la cual enfrenta un nuevo panorama desafiante debido a la escalada arancelaria en Estados Unidos a partir del 3 de mayo pasado, que eliminó beneficios a ciertos componentes importados.
“Aunque el 92% de las empresas ya cumplen con el T-MEC, el 8% restante afronta aranceles de hasta el 27.5% por no cumplir con el contenido regional, afectando su competitividad. Esto ha generado una fuerte presión para sustituir componentes críticos, especialmente plásticos, aluminio, acero y metales no ferrosos, que provienen principalmente de Asia”, puntualizó.
“Exigimos que el gobierno mexicano haga uso de los mecanismos contemplados en el Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para defender a la economía mexicana, toda vez que las acciones proteccionistas del gobierno de Donald Trump siguen haciendo daño a la economía mexicana y el gobierno sigue pasmado y dormido ante estos embates”, concluyó.