Estira y afloja
El lunes pasado el gobierno federal presentó ante la Securities and Exchange Commission (SEC) el prospecto de colocación de 16 mil 346 millones de dólares de títulos de deuda o warrants para venderse en Estados Unidos. Los recursos podrán ser utilizados para fines generales del gobierno que incluyen refinanciación, recompra o retiro de deuda interna y externa, y la emisión puede ser a partir de ahora.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que encabeza Rogelio Ramírez de la O, delineó a los inversionistas interesados 13 riesgos principales internos que deben ser considerados en su decisión porque pueden afectar el crecimiento económico del país, las finanzas públicas y la liquidez. Entre ellos están el “nivel de confianza de inversionistas extranjeros”, la “incertidumbre política”, la “corrupción” y la “situación financiera de Pemex” a pesar de los apoyos oficiales.
Entre los factores externos se encuentran las altas tasas de interés, bajos precios del petróleo, recesión o bajo crecimiento en los socios comerciales de México, volatilidad de los mercados financieros, inflación, volatilidad del tipo de cambio, la pandemia y la incertidumbre política que pueden causar un menor crecimiento en México, disminuciones en la inversión extranjera directa y de cartera, y potencialmente menores reservas internacionales.
Los riesgos internos definidos por la SHCP son: condiciones económicas y comerciales generales en México, el nivel de demanda de los consumidores, el nivel de confianza entre consumidores nacionales y los inversionistas extranjeros en las condiciones económicas, políticas y de seguridad en México, los tipos de cambio presentes y futuros de la moneda mexicana, el nivel de endeudamiento, tasas de inflación, las políticas fiscal y monetaria de México, el nivel de inversión extranjera directa y de cartera, el nivel de las tasas de interés en México, el grado de incertidumbre política a escalas federal y estatal en México, el nivel de corrupción, la situación financiera y el desempeño de Pemex, y el impacto de las pandemias y otras crisis de salud pública.
Explicó que las altas tasas de interés internacionales pueden aumentar los gastos de México, que los bajos precios del petróleo pueden disminuir los ingresos del gobierno, que la recesión o el bajo crecimiento de los principales socios comerciales del país pueden conducir a menores exportaciones, y que una combinación de estos factores puede afectar negativamente la cuenta corriente de México.
La volatilidad en los mercados financieros internacionales puede causar volatilidad interna, lo que “complicará al gobierno mexicano el logro de sus objetivos macroeconómicos”, y puede causar disminuciones en las entradas de inversión extranjera y en particular en la inversión de cartera.
jesus.rangel@milenio.com