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< “Eso sólo se logra con la unidad nacional y el apoyo sin cortapisas a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien tiene todo el respaldo de la ley y la Constitución como jefa de Estado. Tiene fundamentalmente el apoyo del pueblo de México”, sostiene el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Jucopo

< Justo cuando se avanza en un acuerdo de seguridad entre México y Estados Unidos, “que contempla las prioridades de ambas naciones y de manera sustancial en el combate a los cárteles criminales nacionales e internacionales que producen, trafican y distribuyen drogas ilícitas, surgen voces e intereses en ambos lados que intentan dinamitarlo; eso es lo que buscan quienes apuestan, demandan y exigen una intervención militar directa de fuerzas extranjeras en territorio mexicano”, añade

< “Estamos obligados como país y por la política exterior del Estado mandatada por la Constitución, a coordinarnos, no a subordinarnos, a cooperar, no a arrodillarnos y a colaborar en la solución de los problemas comunes, no a someternos a dictado alguno que implique sumisión, daño a la integridad o afrenta a la dignidad nacional”, enfatiza

Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucpo) aseveró que “hoy más que nunca la integridad de la nación mexicana es el valor supremo que debemos defender en la vida pública”.

En un mensaje difundido en sus redes sociales, anotó que “eso sólo se logra con la unidad nacional y el apoyo sin cortapisas a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien tiene todo el respaldo de la ley y la Constitución como jefa de Estado. Tiene fundamentalmente el apoyo del pueblo de México”.

Indicó que justo cuando se está avanzando en un acuerdo de seguridad entre México y Estados Unidos, “que contempla las prioridades de ambas naciones y de manera sustancial el combate a los cárteles criminales nacionales e internacionales que producen, trafican y distribuyen drogas ilícitas, surgen voces e intereses en ambos lados que intentan dinamitarlo.

“Lamentablemente, eso es lo que buscan precisamente quienes apuestan, demandan y exigen una intervención militar directa de fuerzas extranjeras en territorio mexicano.

“La sola insinuación de esta medida ofende a millones de mexicanas y mexicanos y también de ciudadanos norteamericanos que quieren y respetan a México. Su intención, la sola intención o intento, abriría una herida nacional y un abismo histórico de más de 180 años que la diplomacia, el comercio y la política de buena vecindad lograron mitigar, pero nunca borrar de la conciencia del pueblo mexicano”.

Enfatizó que “lo más lamentable de este nuevo episodio de la invasión es que los polkos de ayer, aquellos que aplaudieron y hasta salieron a vitorear la invasión del gobierno norteamericano de 1846, tienen ahora mucho activismo, no sólo allá, sino aquí en México. Son los mismos que apuestan que México le vaya mal o le vaya peor con tal de obtener por la fuerza del asalto el poder público que no obtuvieron en las urnas. Sólo les digo, es inadmisible”.

Monreal Ávila precisó que “vivimos una de las etapas más intensas en la historia de las relaciones entre México y su vecino del norte, los Estados Unidos. Es una historia asimétrica, porque estamos hablando de la relación entre una de las naciones más poderosas y una nación como México que busca consolidarse como una economía emergente, sin perder su soberanía, su independencia y su identidad nacional”.

Por ello, aseguró, “estamos obligados como país y por la política exterior del Estado mandatada por la Constitución, a coordinarnos, no a subordinarnos, a cooperar, no a arrodillarnos y a colaborar en la solución de los problemas comunes, no a someternos a dictado alguno que implique sumisión, daño a la integridad o afrenta a la dignidad nacional”.

Monreal Ávila agregó que “tres temas mantienen en este momento el foco de atención y tensión en esta relación entre ambas naciones vecinas: el comercio, la migración y el tráfico de drogas, especialmente en lo relativo al fentanilo. El comercio está encontrando sus puntos de arreglo en un nuevo orden bilateral y a la espera de la actualización del T-MEC el próximo año.

“Los flujos migratorios irregulares han llegado a sus mínimos niveles, como no se veía desde los años 60 del siglo pasado. El tráfico de drogas también está avanzando en su contención y combate, pero es sin lugar a dudas el tema que más ha envenenado la relación bilateral actual, contaminándola no solo con esto, sino con la salud, la seguridad, la diplomacia e incluso la política como nunca”, concluyó.