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Retratos de Antonio Caballero, de la mujer que desafió al poder, fundó el PRD y entregó la presidencia a Claudia Sheinbaum

Caballero, captura una mirada íntima de la vida de Ifigenia Martínez, la economista, política y académica que rompió barreras y consolidó la izquierda mexicana. Un testimonio visual y narrativo de la sesión fotográfica con esta mujer que consolidó su impacto en la historia de México.

Ifigenia Martínez falleció este sábado en la Ciudad de México. Fue una de las figuras más influyentes en la política y la economía nacional durante más de cinco décadas. Nació el 16 de junio de 1930 en la capital del país. Estudió la licenciatura en Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fue la primera mexicana en obtener una maestría en Economía por la Universidad de Harvard, donde también alcanzó el doctorado. En 1950, fue cofundadora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Ifigenia Martha Martínez y Hernández, su nombre completo, estuvo casada con el también economista Alfredo Navarrete Romero, exdirector de Nacional Financiera, quien falleció el 3 de diciembre de 1983.

En los años sesenta, ocupó cargos clave, como profesora de Finanzas Públicas de la UNAM, asesora en la Secretaría de Educación Pública (1958-1959), catedrática del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) de 1957 a 1962, y coordinadora de asesores del secretario de Hacienda (1961-1965). En 1960, fue nombrada investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. De 1966 a 1970, fue jefa de la Oficina de la Presidencia, durante la administración de Gustavo Díaz Ordaz, y en 1967 fue directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM.

Su primera incursión en el Congreso llegó en 1976, cuando fue elegida diputada federal por el PRI para la L Legislatura. Durante ese tiempo, presidió la Comisión de Presupuesto, destacándose por su habilidad para manejar cuestiones financieras complejas en un contexto político muy tenso.

En los años ochenta, Martínez rompió con el PRI debido a desacuerdos con la dirección del partido, y junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 1989. Antes de esto, en 1988, ya había sido electa senadora, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo por el Distrito Federal bajo un partido de oposición. En 1968, fue una de las principales defensoras de la Universidad tras la invasión del ejército en Ciudad Universitaria. En el PRD, ocupó diversos cargos de liderazgo, incluyendo la vicepresidencia de la Mesa Directiva del Senado y la coordinación económica de las campañas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador.

Antonio Caballero, un retrato íntimo de Ifigenia Martínez

En una reciente conversación con Antonio Caballero, el reconocido fotoperiodista recordó un reportaje que realizó sobre Ifigenia Martínez en los años setenta, una época de cambio político y social en México. Según Caballero, fue el periodista Gregorio Ortega quien lo envió a fotografiar a Martínez para “La Revista de América”. Las fotos fueron tomadas en su casa en El Pedregal, específicamente en su despacho, donde Martínez posaba con una fotografía de Luis Echeverría detrás de ella, reflejando sus conexiones con las esferas más altas del poder político.

Caballero describe a Martínez como una mujer joven, amable y carismática, y aunque confiesa no recordar muchos detalles de la visita en sí, expresa su sorpresa al redescubrir esas fotos décadas después, en el contexto de la entrega de la banda presidencial a Claudia Sheinbaum en 2024. Este último acto público de Ifigenia fue un momento simbólico que cerró su carrera política de manera digna, a pesar de estar visiblemente afectada por su delicado estado de salud.

“En esa ocasión fotografié a Ifigenia Martínez y lo que me encontré fue una figura polifacética y destacada en la política y economía mexicana. Lo que capté con mi lente fue a una mujer en la cúspide de su fuerza, una pionera que había conquistado espacios impensables para las mujeres de su tiempo, miembro fundadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Fue el maestro Gregorio Ortega quien me envió a realizar el reportaje para su revista. Al principio, me sentí intimidado por la tarea. Pero al llegar y conocerla, su cordialidad y calidez lograron disipar cualquier nerviosismo”, dice. Y agrega:

“La primera imagen la tomé de pie, frente a una pintura abstracta que colgaba en la pared de su despacho. Ese cuadro, con sus tonos oscuros y formas dinámicas, me pareció una representación visual de la complejidad de su vida pública: un entramado de decisiones, relaciones y lucha constante, simbolizando los desafíos que enfrentó como mujer en la política mexicana”.

Indica que “esa misma fortaleza la llevó a ser diputada federal en cuatro ocasiones (1976, 1994, 2009 y 2024), senadora en dos periodos (1988-1991 y 2018-2024), y a participar en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México (2016-2017). Ifigenia vestía un traje de estampado geométrico, con colores neutros y terrosos, que la hacían lucir elegante y, al mismo tiempo, cercana. Le pedí que se parara cómodamente, y fue ahí cuando vi reflejado en su rostro un equilibrio entre determinación y serenidad. A su derecha, un arreglo de flores amarillas sobre una mesa de madera resaltaba su lado humano y sensible, un recordatorio de que la política, para ella, no era sólo una cuestión de poder, sino también de empatía.

“Luego, pasamos al escritorio, un espacio lleno de libros, documentos y objetos personales que mostraban su intensa vida laboral. Se sentó con tranquilidad, como si aquella escena fuera la más natural del mundo. En el muro detrás de ella, el retrato de Luis Echeverría servía como testimonio de sus vínculos con el poder político de la época.

“Pero no era únicamente el retrato lo que me llamó la atención, sino la expresión de Ifigenia mientras la fotografiaba: una mezcla de concentración y convicción, procesando ideas para transformar el país con sus propuestas económicas y políticas. Esa determinación la llevó a ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados desde el 1 de septiembre hasta el 5 de octubre de 2024. Fue la persona encargada de entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México”.

Reseña Caballero:

“Había un caos organizado en ese escritorio: pilas de documentos, libros abiertos, notas dispersas, todo ello reflejando un desorden productivo que evidenciaba la actividad intelectual constante de Martínez. Pero ese desorden no era más que el reflejo de una mente activa, de alguien que vivía en constante movimiento intelectual, comprometida con su trabajo. Los objetos personales, como el reloj de mesa, la lámpara amarilla, y una foto enmarcada en la esquina, añadían un toque de calidez y autenticidad. Estos detalles revelaban que, a pesar de las presiones y la responsabilidad de su cargo, Ifigenia no perdía el contacto con lo cotidiano, con lo que la hacía sentirse en casa.

“Para mí, esas imágenes de la serie completa que le tomé representan la esencia de Ifigenia Martínez. En una, la figura pública, la mujer que abrió camino para las futuras generaciones; en la otra, la intelectual, la académica comprometida con su labor, rodeada de los libros y documentos que eran las herramientas de su labor. A través de mi cámara, pude captar una visión completa de quien fue: una mujer firme, que no sólo estuvo en el centro de las decisiones económicas y políticas de México, sino que también tuvo la sensibilidad de entender la importancia de cada detalle, de cada elemento que conforma una vida plena y comprometida”, indica finalmente.

De la mano con Morena y la última etapa de su vida política

En 2018, Ifigenia Martínez se unió a Morena, motivada por su convicción de que el proyecto de López Obrador representaba una oportunidad real para el cambio en México. Fue una pieza clave en la transición política de México y recibió la Medalla Belisario Domínguez en 2021, el máximo reconocimiento que otorga el Senado.

Su legado no se limita a los cargos que ocupó. A lo largo de su vida, fue una ferviente defensora de la justicia social y el desarrollo económico equitativo. Además de su labor política, Martínez fue una académica respetada, participó activamente en el fortalecimiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 1950, y fue profesora en la UNAM y otras instituciones educativas de prestigio.

Sus contribuciones a la vida política de México permanecen vivas en la generación de líderes que ayudó a formar, y en los cambios estructurales que promovió, desde la reforma política del Distrito Federal hasta la consolidación de la izquierda mexicana como una fuerza política clave.

Pies de foto: Ifigenia Martínez fotografiada por Antonio Caballero en su casa de El Pedregal, a mediados de los años 70. ©Copyrigh Antonio Caballero