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El pasado 1 de octubre, luego de tomar protesta como presidenta de México, Claudia Sheinbaum realizó una serie de promesas para su sexenio entre las que se incluyó una jornada laboral de 40 horas y un incremento al salario mínimo para que este tuviera un poder adquisitivo de por lo menos 2,5 veces la canasta básica alimenticia.

El día de ayer en la sesión ordinaria de la cámara de diputados, el coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, confirmó que el dictamen, aprobado en el 2023, sobre reducir el tiempo de la jornada laboral, fue rechazada por la Mesa Directiva del cámara de Diputados que dirige Ifigenia Martínez y que en hechos la ocupa principalmente Sergio Gutiérrez Luna.

De tal forma que la promesa de la presidenta Sheinbaum Pardo deberá esperar hasta que exista otra nueva iniciativa y pase el proceso correspondiente para ser dictaminada o la misma presidenta Sheinbaum Pardo mande la iniciativa con carácter de preferente.

De esta manera los trabajadores tendrán que esperar algunos meses más para que esta iniciativa pueda proceder y en su caso aprobarse por la mayoría que representan Morena y partidos aliados.

Para la presidenta Claudia Sheinbaum, esta decisión de “congelar” la iniciativa hasta que exista otra y nuevamente sea discutida al interior de Morena y partidos aliados, para luego realizar el proceso legislativo, es un revés a una de sus promesas.

Además, muestra que los legisladores del partido oficial y aliados están más preocupados por seguir cumpliendo con quien ya dejo el cargo, que alinearse a la estrategia de quien hora está al frente del Poder Ejecutivo.

El cuanto, al incremento salarial, de existir una iniciativa de reforma de ley, para que el salario mínimo pueda comprar por lo menos 2.5 veces una canasta básica. Sera un tema que primero deberá discutirse con el sector empresarial, con los que están en la cupulas y organizaciones empresariales, pero también con los medianos y pequeños, quienes son los que ofrecen más del 70 de los empleos formales que existen en el país.

Porque una cosa es discutir el tema con quienes tienen las grandes empresas del país o representan a las trasnacionales, y cuentan con grandes ganancias, que tratar el tema con empresarios que sus nóminas son pequeñas en número de empleados, pero al momento de empleos, pero para cumplir con el pago de la nómina laboral tiene que salir cada día a realizar la venta de sus productos, servicios o insumos que producen.

Ambos sectores pedirán a la presidenta una verdadera certidumbre jurídica, seguridad pública, servicios mejores ofrece el estado y todo esto se da con base a una generación de riqueza donde todos puedan obtener beneficios

Si no hay crecimiento económico del PIB, será difícil que se puedan otorgan mejores salarios y corre el riesgo de que exista mayor desempleo e incremento del comercio informal