“Te quise, es más/ También/ Te veneré/ Pero fui un tonto/ Me equivoqué/ Y ahora con niñas/ No trataré…” Enrique Guzmán
A maravilloso e impresionante, añadamos: “a toda madre”, calificativos con los que la ingeniera presidenta adornó al resultado de la elección judicial.
Por supuesto, no podría aceptar fracaso; es su óptica como cabeza de los nuevos dueños del poder.
Y el nombre del juego es: justifiquemos, sonriamos, mintamos, digamos que perdió la derecha, insultemos a la oposición y llamémosla perdedora que suspira por el pasado corrupto y alabemos al Duce que reapareció en Palenque. Justifiquemos y …
–¿Cómo se siente? —preguntaron a la Princesa Caramelo cuando irrumpió en la mañanera de ayer lunes.
–Bien, contenta; bien y de buenas –respondió la ingeniera presidenta y presumió sonrisa Colgate.
Luego, exultante, se jactaría de cómo le rompieron la madre a la oposición, a la derecha, a los conservadores y, vaya, a más de 88 millones de mexicanos que no votaron en la jornada dominical.
Ella se ha asumido y lo reitera todos los días mecánicamente militante de Morena y asociados. No se despoja de la casaca guinda ni se disculpa. Bueno, además amaneció con la bendición del Santo Niño Fidencio de Macuspana, quien se la dio el domingo temprano desde la casilla en Palenque, Chiapas.
“Algo que confieso públicamente: tenemos a la mejor presidenta del mundo: Claudia Sheinbaum; lo repito: la mejor presidenta del mundo: Claudia Sheinbaum”, dijo el licenciado López Obrador a boca de casilla sin pregunta de por medio.
Y es que, usted estará de acuerdo, la elección estaba ganada de antemano, como citaron en redes, sólo faltaba que los ciudadanos votaran y que votaran los que fueran, total, esta, que el ínclito Gerardo Fernández Noroña llamó “una hazaña”, ya estaba cocinada.
Sí, señoras y señores, incluso la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez lo compartió, igual en la mañanera.
“La afluencia registrada ayer en las urnas cumplió las expectativas, fue un proceso innovador que generó interés entre los participantes”, declaró la secretaria. O sea, previeron ese altísimo abstencionismo.
¡Total!, qué tanto es tantito si luego se puede componer con las mentiras de siempre y echándole la culpa a la pinchi derecha.
¿Saldrían a marchar? ¡Allá ellos, fachos! ¡Ja! Así los califica el licenciado Andrés Manuel y la ingeniera presidenta usa el mismo calificativo.
¡Original, Arturo Zaldívar!
Porque, además como lo citó henchida de alegría republicana la consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, “el actor principal de esta jornada de ayer fue el pueblo de México y la gran participación ciudadana”. Sí, ¿gran participación?
En este escenario del nuevo día, nomás faltaron los confetis y serpentinas, colaciones y espantasuegras, el pastel y el agua de Jamaica en la conferencia que la ingeniera presidenta aprovechó para celebrar que hayan ido a las urnas 13 millones de 100 millones de ciudadanos inscritos en la lista nacional que registra el INE.
Sí, en la mañanera había que condimentar a ese platillo tramposo con una pizca de cinismo, una cucharadita de mentiras, espolvorear ausencia de rubor, dos medidas de burla y una de soberbia.
Salió a pedir de boca. Según la Princesa Caramelo y el coro fácil –Luis Echeverría dixit—la puesta en escena salió a todas margaritas. Lea usted lo dicho y presumido por la ingeniera presidenta para justificar un ejercicio fallido. Y no se ría, porfis.
“Cerca de 13 millones de mexicanos y mexicanas participaron el día de ayer en la elección al Poder Judicial, más del doble de la participación en la votación del juicio a expresidentes.
“Y vamos a, antes de las preguntas… Fíjense lo que dice el PRIAN. Es que hay que responder, porque si no, imagínense. A ver, lo que dice el presidente del PAN, dice:
“‘La supuesta elección del fraude judicial carece de legitimidad y participación (…)’.
“A ver el PRI. Son lo mismo, pues, pero…
“‘Lo que está ocurriendo hoy con la elección judicial no es un ejercicio democrático, es un montaje grotesco —dicho por el PRI—. Las casillas están vacías, el pueblo desconcertado (…)’”.
¿Qué le parece? Vaya, había que recargarse en la oposición para justificar el fracaso de esta elección cuya importancia estriba justo en la Reforma Judicial que igual fue truqueada e impulsada por una mayoría artificial que es dueña del Congreso de la Unión, al que Morena y Asociados han convertido en oficialía de partes.
¿Qué diablos tiene que ver el número de ciudadanos que fueron a votar el domingo y aquellos que lo hicieron en los comicios presidenciales del año pasado?
Sin duda la ingeniera presidente y el coro fácil, perversamente confundieron a la gimnasia con la magnesia.
“Bueno –adujo Sheinbaum Pardo–, vamos a ver los resultados de la elección del 2024, o sea, hace justamente un año, hoy se cumple un año de la elección del 2024:
“Por partido político, fíjense. ¿Cuántos votaron ayer? Cerca de 13 millones, un poquito más, parece (había dicho “cerca”).
“Fíjense cuántos votos tuvo el PAN en el 2024: 9.6 millones.
“Fíjense cuántos votos tuvo el PRI en el 2024: 5.7 millones.
“O sea, por ellos, votan menos de los que votaron para el Poder Judicial, pues con razón están un poco preocupados”.
¿Y?, aquello fue el año pasado, lo de hoy es hoy. Pero la ingeniera estaba eufórica.
Entonces…
–Presidenta, ¿cuáles son las conclusiones que saca después de esta primera elección judicial?, ¿el porcentaje estaba en sus pronósticos?, ¿es el cálculo en el rango en el que andaba? –preguntó Carlos Navarro, reportero de Heraldo Media Group, y le dio pauta para justificar.
–En mi caso pensé: si vota el mismo número de personas que votaron para el primer ejercicio de consulta, que fue el de los expresidentes, es un muy buen resultado; y resulta que votó el doble, 13 millones de personas que salieron a votar por el Poder Judicial –, respondió jactanciosa y volvió a descalificar al aún en funciones Poder Judicial de la Federación.
Oiga, oiga. Y qué tal si sumamos el sustantivo “hazaña”, como se lo referí líneas arriba usó el disciplinado, perfumado y correcto Fernández Noroña, porque él en su conferencia en el Senado se trepó a la euforia de la ingeniera presidenta, quien se burló de Alejandro Moreno y Jorge Romero con tonadita de escolapia.
¿Se vale?
Es la misma mecánica del licenciado López Obrador que ha estado, según él, en La Chingada dizque escribe y escribe una obra que, dice, “les va a gustar mucho”.
¿Será? Por de pronto, vía su alumna favorita nos recetó el corolario de su venganza personal porque la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández no se ciñó a su voluntad: las exequias del Poder Judicial de la Federación.
Aunque la historia no concluye. Y, en verdad os digo: los carniceros de hoy serán las reses de mañana. ¿A poco no, Drakko? Digo.
sanchezlimon@gmail.com @sanchezlimon1
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