Zoé Robledo fue ratificado por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, al frente del Instituto más importante para quienes laboran en la iniciativa privada, con el objetivo de aterrizar, para bien, el IMSS – Bienestar.
Como se conoce, hasta el momento este nuevo modelo sustituye al creado por el aun inquilino de Palacio Nacional, Salud – Bienestar, que resulto un rotundo fracaso, ante la enorme falta de medicamentos e insumos básicos para la atención de los trabajadores.
El reto también va en función de la operatividad y financiamiento del Instituto, que significará equipo de alta tecnología, quirófanos con mayor cantidad de instrumentos para las cirugías, personal administrativo capacitado, pero también, con los médicos especializados suficientes para cubrir las necesidades de salud de los trabajadores y sus familias amen de los pensionados, quienes en muchas ocasiones son los que han sufrido de manera importante las deficiencias del Instituto, ante la falta de los medicamentos y el maltrato que sufren por parte del personal administrativo.
Pero para que este Instituto y quizás todo el sistema de salud, tengan resultados positivos se tendrá que trabajar con total transparencia en cada acción que se realice.
Esto nos lleva a recordar que otro reto de Claudia Sheinbaum será acabar, realmente, con la corrupción y sancionar a cualquier funcionario público que cometa algún delito de esta naturaleza.
Esto si en verdad quieren establecer el segundo piso de la 4T, que tiene como uno de sus ejes principales que fue erradicar este cáncer que, lamentablemente, sigue latente en los tres órdenes de gobierno.
Esto último implica que deberán fortalecerse los mecanismos de vigilancia. Sin embargo, hasta ahora, los mecanismos anticorrupción del gobierno federal han sido desactivados y los organismos autónomos, creados para ser garantes de transparencia y contrapesos, se han puesto banquillo de los acusados como enemigos del pueblo.
En tanto, Sheinbaum Pardo, deberá ofrecer a estos organismos su fortalecimiento para dar muestra que se busca el cambio. Que la honestidad y probidad de los funcionarios serán fundamental para que estos organismos trabajen de manera adecuada y que nada se etiquetará como d seguridad nacional, porque esto es la punta de la opacidad.
