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La narrita de muchos de los funcionarios públicos y militantes de Morena señala nuevamente que nuestra economía va bien, que el peso muestra la fortaleza porque ahora se encuentra cercano a os niveles de 19 pesos por dólar uno en el nivel anterior que llego hasta los 23 pesos por dólar.

Lo que no entienden estos personajes es el libre mercado y esto provoca que el peso se vea fortalecido ante la debilidad del dólar por las decisiones de Donald Trump, y no porque México tenga una mayor productividad y se origine riqueza al interior.

De hecho, en el momento en que Claudia Sheinbaum pidió a los bancos en México bajen sus tasas de interés, se busque convenios con gasolineros para marcar un precio máximo, también se acuerde con productore ce tortilla un precio significa que la economía no va tan bien como se señala.

En una economía abierta, como lo ha sido en las últimas décadas la nuestra, los precios se dan a partir del mercado, es decir, de la oferta y la demanda y cuando los precios de los insumos se incrementar o bajan por cualquier circunstancia, el mercado empieza a moverse y esto determina los precios.

Además el mercado abierto da a los pobladores de México tener la oportunidad de escoger sus compras ante una diversidad de productos no se reduce únicamente a uno o dos.

Así, es la productividad nacional, el abasto que se pueda completar con las importaciones y la logística como llega a los lugares como se establece el precio. Pero en México lamentablemente esto no se da. No producimos la riqueza para que los pobladores tengan dinero para consumir. No alcanzamos la autosuficiencia e importamos mucho más. La logística de distribución de los productos no permite llegar a todos los rincones del país, y se originan zonas con escasees de productos que origina un incremento en sus precios.

Cuando se tiene todo cubierto, es decir se produce lo suficiente y se compra lo necesario para abastecer la demanda interna, permite que los productos entren en todas las zonas del país y los precios bajan.

Pero también existe otro factor, que es la capacidad de compra de los consumidores, es decir que existen los empleos suficientes para que todas las personas que están en edad de laboral tengan un empleo, con salarios que permitan comprar lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas y les permite aun tener recursos para otras necesidades no básicas. Esto no se da en México.

Entonces la realidad nos muestra que nuestra economía no va bien y que el peso «fortachón» no es síntoma de mejoría.

Nuestra economía se encuentra estancada con crecimiento de un punto porcentual y cuando bien nos va apenas alcanzamos a rebasar el 1.5 por ciento, que es insuficiente paralas necesidades del país.

Si a esto sumamos las presiones del exterior, creadas por Donald Trump, hace que muchas familias mexicanas sigan viendo disminuir sus ingresos y por consecuencia empiecen estar más cerca de la pobreza con ello una disminución en el poder de compra, un mercado interno débil y por supuesto mayor informalidad e inseguridad.

Alguien podrá manifestar que el sector exportador mantiene niveles de crecimiento y esto es signo de crecimiento, lo que en realidad no lo es. Porque este sector solo cubre a una minoría de la población.

Este gobierno cuenta con un presupuesto de 9 billones de pesos, lo que tiene que hacer es detonar el mercado interno, disminuyendo las importaciones, fortalecer la autosuficiencia y  el crecimiento de la productividad.

Donde las necesidades de los pobladores estén cubiertas, todos tenemos empleos con salarios más que dignos y que se pueda consumir sin temor a que no alcancen los recursos.

Lamentablemente falta mucho por hacer, pero la inacción del gobierno indica que pasaremos un sexenio más con crecimiento más que mediocres y que nuestra economía no será la mejor como pregonan algunas personas.