Señoras y señores, ¿a quién de entre los genios de la 4T se le ocurrió utilizar a los medios públicos de comunicación como vehículos propagandísticos?
Televidentes, radioescuchas y lectores, suelen dormirse en las emisiones y ediciones, pero el mensaje subliminal se queda.
¡Es un honor, rá-rá-rá!
¿Puede usted recitar de corridito los nombres de los integrantes del gabinetazo presidencial?
¿Sabe usted de un alto funcionario de la 4T, miembro de la burocracia dorada que esté en picota acusado de corrupción?
¿Por qué el licenciado David Rogelio Colmenares Páramo, auditor Superior de la Federación se hace que la virgen le habla y solapa malos manejos presupuestales en la Conade y acusa amnesia en el seguimiento de asuntos turbios, como en la Segalmex?
No, no se hagan bolas –Carlos Salinas dixit—la corrupción se acabó.
No sea mala onda y recuerde que, no hace mucho, pañuelito blanco en alto, agitándolo entre sus deditos, don Andrés Manuel ha presumido que barrió las escaleras de arriba hacia abajo.
¡Sí! Pero son eléctricas y…
Seguro, seguro, a usted no le pasó inadvertido que, como por muerte súbita, en Palacio dejó de mencionarse a la llamada Mafia del Poder.
¿Será porque en cuatro años y medio logró consolidares la competencia que en el próximo sexenio pesará como Mafia del Joder?
No, no es broma ni puntada personal.
No os hagáis, es inocultable: al amanecer de todos los días el licenciado presidente se sienta en la orilla de su presidencial cama, por supuesto en solitario y comienza a pensar como joder a sus críticos y opositores que, en el fondo entraña el objetivo de joder a México desmantelándolo, desmadrándolo.
Y más en estos días en que se puede proceder con impunidad sin que la llamada opinión pública y el pueblo bueno que no lee a los medios conservadores, neoliberales e inmundos, pero se entera mediante panfletos y programas en la tele y en la radio públicas, supuestamente vacunadas contra las mentiras y manipulaciones y la politiquería.
Y es que la atención se centra en la precampaña que no es precampaña, de los hombres y la favorita del presidente que andan en busca de ganar la voluntad popular para ser nominada o ungida coordinador de la defensa de la 4T. O sea.
Mientras, el prístino y honesto, honesto pero lo que se dice honesto licenciado Ignacio Ovalle Fernández, presumido por el licenciado presidente como un ejemplo de mexicano de excelencia, se la lleva fácil en condición de bajo perfil como coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.
Mientras en el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana, del que fue su creador y primer director, se busca encontrar la cuadratura al círculo del quebranto cometido en su gestión en Segalmex por alrededor de 18 mil millones de pesos, monto superior a los 7 mil 670 millones de pesos que se levantaron los operadores de la Estafa Maestra en tiempos del culto Enrique Peña Nieto.
Y caen chivos expiatorios porque, ni pensarlo, ¡vade retro!, que a nadie se le ocurra tocar ni con la foja de un expediente judicial a don Ignacio Ovalle Fernández.
Mire usted, hace unos días me enteré de un capítulo más en la saga del delicado y nada escandaloso trinque en Segalmex. Se lo comparto.
Hace unos días fueron detenidos otros dos ex funcionarios vinculados al caso de corrupción más escandaloso del actual gobierno, pero bien ocultado por el dueño del micrófono y las cámaras de televisión en la mañanera.
En efecto, seguro usted también supo que, el pasado 28 de mayo, en el aeropuerto internacional de Buenos Aires, Argentina, ocurrió la aprehensión de Manuel Lozano Jiménez, ex Director de Comercialización de Segalmex, y de Ricardo José Lambretón López Ostaloza, directivo de la empresa Grupo Vicente Suárez 73 vinculada al consorcio inmobiliario Grupo Aura, una de las desarrolladoras de vivienda de lujo con mayor presencia en Yucatán.
Lozano Jiménez y López Ostaloza son señalados operadores de René Gavira, ex Director de Administración de Segalmex que anda libre aunque contra él hay un expediente abierto en la Fiscalía General de la República.
Manuel Lozano Jiménez es amigo cercanísimo de Ignacio Ovalle Fernández, cuya relación política se fortaleció en el partido Movimiento Ciudadano, de cuya Fundación México con Valores fue presidente.
Pero la historia es amplia.
Porque, en dicha asociación adherente a MC trabajaba César Manuel Lozano Mac Donald, hijo de Lozano Jiménez. Y desde esa fundación se impulsó la carrera política de la hija de Manuel Lozano, Pilar Lozano Mac Donald, quien fue Diputada Federal por Movimiento Ciudadano; hoy, es representante del Gobierno de Samuel García, de Nuevo León en la Ciudad de México.
Quizá también recordará usted que la empresa Grupo Vicente Suárez 73 está vinculada con Alejandro Puente Córdoba, ex Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable, CANITEC, beneficiado con negocios millonarios en el gobierno de Felipe Calderón, por cierto amigo de Pilar Lozano Mac Donald, quien presentó a Puente con su padre Manuel Lozano, quien como Director de Comercialización de Segalmex le otorgó millonarios contratos.
A esta historia que parece guion para película de Luis Estrada, aunque se encabrone Su Alteza Serenísima que hizo berrinche por la trama de ¡Que Viva México!, solo le hace falta el personaje principal cuyas iniciales son Ignacio Ovalle Fernández.
¡La Mafia del Joder! ¿A poco no?
Y ya que andamos en esto de las andanzas de los y las próceres de la 4T, hace dos días causó alta como directora de Comunicación y Análisis del Instituto Nacional Electoral, Elia Soledad Baltazar González, que según obra en libros estuvo matriculada en la ENEP Acatlán de la UNAM, pero no concluyó la carrera de Ciencias de la Comunicación.
Usted se preguntará qué demonios tiene de interés el arribo de doña Elia Soledad a prensa del INE. Sí, sí, todo el mundo tiene derecho a ganarse la chuleta.
Pero…
Resulta que doña Elia es recalcitrante militante y defensora de la 4T. Algo que hoy es asumido como un acto de fe. Y, bueno, cada quien sus gustos y debilidades.
El caso es que doña Elia Soledad Baltazar González fue directora de noticias en el Instituto Mexicano de la Radio hasta hace unos días; es del equipazo del intelectual Jenaro Villamil y, desde los noticieros del IMER, operó información sesgada y señalamientos dolosos, mal intencionados respecto del quehacer del Instituto Nacional Electoral.
¡Ah!, pero en el IMER dejó juicios laborales pendientes.
Incluyente y demócrata respetuosa de los derechos humanos, doña Elia despidió sin justificación a trabajadores de hasta 30 años de servicio; fue acusada de abuso de autoridad ante instancias gubernamentales y judiciales por destruir reputaciones y la vida laboral de reporteros y redactores.
Así me lo contaron y le creo a trabajadores que tienen las pruebas en la mano. ¡Viva la democracia vertical de la 4T! ¡Recórcholis, Drakko! Digo.
sanchezlimon@gmail.com @sanchezlimon1