Xóchitl Gálvez, Guadalupe Acosta Naranjo y Santiago Taboada inspiran a cientos de miles en una manifestación histórica; la multitud desafía las cifras oficiales y muestra la fuerza de la oposición en México
La Marcha Rosa, realizada el 19 de mayo de 2024 en el Zócalo de la Ciudad de México, fue una manifestación multitudinaria en apoyo a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez. Reunió a cientos de miles de personas y contó con la participación de Guadalupe Acosta Naranjo y Santiago Taboada, quienes llamaron a la unidad y la defensa de la democracia. La asistencia masiva discrepa con las cifras oficiales y es prueba de la subestimación deliberada del gobierno, por parte de Martí Batres, habituado a minimizar la participación de los centenares de miles que asistieron por voluntad propia
Este domingo, el Zócalo de la Ciudad de México fue testigo de una multitudinaria manifestación, la Marcha Rosa, en la que miles de personas de diferentes estados y de la capital se congregaron para expresar su descontento con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y en apoyo a Xóchilt Gálvez, candidata a la Presidencia de la República, quien, en un encendido discurso, expresó su agradecimiento a los ciudadanos por defender la democracia y el voto libre.
Acompañada por simpatizantes de diferentes partidos y la sociedad civil, Gálvez subrayó la importancia de la unidad y la defensa de principios comunes, más allá de divisiones partidistas y evocó la frase del General Miguel Negrete, “¡Antes que partido, tengo Patria!”, para destacar la primacía de la nación sobre las afiliaciones partidarias. Enfatizó que su candidatura representa una lucha por la República, la democracia y México, priorizando siempre al país antes que cualquier partido político.
La candidata, respaldada por una amplia coalición del PAN, PRI y PRD, delineó su compromiso con tres valores fundamentales: Vida, Verdad y Libertad. Al recorrer el país, Gálvez dijo haber escuchado y hecho suyo el dolor y la desesperanza de muchos mexicanos, especialmente de aquellos maltratados en años recientes, desde mujeres que exigen igualdad hasta jóvenes en busca de oportunidades.
Mencionó diversos grupos vulnerables, incluyendo personas con discapacidad, madres buscadoras, trabajadores, campesinos, la comunidad LGBTIQ+, feministas, periodistas, activistas y pueblos indígenas. Reconoció su lucha y la necesidad de justicia, igualdad y respeto para todos ellos, prometiendo escuchar y atender sus demandas y resaltó la resistencia de sus simpatizantes ante insultos y calumnias, y la importancia de las próximas elecciones, donde se juegan no solo la presidencia y el Congreso, sino también nueve gubernaturas.
Gálvez llamó a defender la libertad frente a la opresión, recordando a quienes se creen invencibles que México siempre ha elegido ser libre y presentó su visión de gobierno centrada en “ganar para dar, no para recibir, y en servir, no servirse”. Prometió respetar, unir y sanar a la nación, llevando medicina a los enfermos, agua a los sedientos, y sustento a los olvidados. Destacó la necesidad de proteger a los niños, impulsar a los jóvenes y sacar a los pobres de la pobreza, fortaleciendo así la clase media.
La candidata también se comprometió a cuidar los recursos naturales de México y asegurar un desarrollo sostenible. Subrayó la importancia de construir un país donde nadie se quede atrás y restaurar la grandeza de México entre las naciones libres.
El Zócalo resonó con vítores de “¡Presidenta!” y “¡No estás sola!”, reflejando el amplio apoyo popular hacia Gálvez. Ella destacó que los mexicanos del 2024 responderán al llamado de la República para defenderla, vencer al autoritarismo y proteger la democracia. Reiteró que no permitirán ser vencidos por el odio, y se comprometieron a mantener a México unido, bajo una sola bandera e insistió en que la bandera, como México, pertenece a todos los mexicanos, reiterando un mensaje de inclusión y reconciliación.
Prometió que, si triunfa, su administración abrirá las puertas del Palacio Nacional a todos los ciudadanos, sin exclusiones. Resaltó la importancia de votar para transformar el país, trayendo tiempos de salud, amor y esperanza.
Finalmente, Gálvez cerró su intervención con un llamado enérgico a la acción: “¡Vamos por la vida! ¡Vamos por la verdad! ¡Vamos por la libertad!” Su mensaje fue claro: los mexicanos deben unirse para votar y llevar a México hacia una victoria basada en los valores de vida, verdad y libertad. Con un vibrante “¡Viva México!” como cierre, Gálvez dejó en claro su determinación de luchar por un futuro mejor para todos los mexicanos.
Los asistentes llevaron pancartas con mensajes poderosos y corearon frases emblemáticas que reflejan su lucha por la democracia y en contra del gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador. Algunas de las pancartas más destacadas incluían frases como “Todos a votar”, “No estás sola”, “El pueblo bueno somos todos”, “Defendamos la República”, “México siempre será libre”, “Nuestra democracia no se toca”, “México, a votar”, y “No soy Bot, pero sí Voto”.
Además, los manifestantes entonaron la popular canción “Cielito lindo” como una muestra de unión y resistencia. Los gritos de los participantes también se centraron en pedir elecciones limpias y el respeto al Instituto Nacional Electoral (INE). Entre los cánticos se escucharon consignas como “¡No a la dictadura!”.
Estos lemas y pancartas reflejaron el sentir de una población comprometida con la defensa de sus derechos democráticos y el rechazo a las políticas del actual gobierno.
Acosta Naranjo “la historia nos juzgará”; Santiago Taboada y el poder de la ciudadanía
Guadalupe Acosta Naranjo, destacado dirigente histórico de la izquierda mexicana y miembro del PRD, también tomó la palabra. Lo hizo antes del mensaje de Santiago Taboada, candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Realizó un llamado a la unidad y a la acción conjunta entre diferentes fuerzas políticas para defender la democracia y los derechos humanos en México. Resaltó la importancia de mantener un frente unido contra el autoritarismo y destacó la relevancia de la Marea Rosa como un movimiento ciudadano que trasciende las barreras partidistas, apelando a la solidaridad y el compromiso de todos los mexicanos para construir un futuro más justo y democrático.
En su breve, pero sustantivo mensaje, hizo un llamado a la reflexión histórica, señalando que las acciones y decisiones de hoy serán juzgadas por las futuras generaciones. “Estamos en un momento crucial para nuestro país, donde cada decisión cuenta y donde seremos recordados por cómo defendimos nuestra democracia,” expresó e insistió en la importancia de actuar con responsabilidad y compromiso, para asegurar un legado de libertad y justicia.
Acosta Naranjo también habló sobre la necesidad de unidad en la diversidad política. Destacó que, aunque los participantes de la marcha provienen de distintos partidos y corrientes ideológicas, todos comparten un objetivo común: la defensa de la democracia. “Podemos tener diferencias políticas, pero hoy estamos unidos por una causa mayor. La defensa de nuestra democracia trasciende cualquier división partidista,” afirmó, subrayando la importancia de mantener un frente unido contra el autoritarismo.
Luego, Santiago Taboada, dirigió un apasionado discurso, enfocándose en la defensa de la democracia y la justicia. Habló sobre la necesidad de un gobierno que respete y escuche a todos los ciudadanos, sin importar su afiliación política. Destacó su compromiso con la transparencia y la lucha contra la corrupción, subrayando que la Ciudad de México merece un liderazgo que priorice las necesidades de la gente sobre los intereses personales y partidistas.
Enfatizó que el verdadero poder reside en la ciudadanía y no en las élites políticas. Subrayó que los ciudadanos son los que tienen la capacidad de transformar el país con su participación activa y consciente. “Cada uno de ustedes tiene el poder de decidir el rumbo de nuestra ciudad y de nuestro país. No debemos permitir que unos pocos decidan por todos nosotros,” declaró Taboada, destacando la importancia de la movilización y el voto.
Taboada se comprometió a instaurar un gobierno transparente y accesible, en el que las decisiones sean tomadas con la participación y el escrutinio de la ciudadanía. “La transparencia no es solo una palabra de moda, es una necesidad para construir una sociedad justa y equitativa. Mi administración se basará en la apertura y en el diálogo constante con todos los sectores de la sociedad,” afirmó, dejando claro que su gobierno se enfocará en combatir la corrupción y fomentar la rendición de cuentas.
En su oportunidad, Ana Lucía Medina, de la organización Sociedad Civil México, intervino brevemente para solicitar el voto razonado en favor de los candidatos de la Coalición Fuerza y Corazón por México y, abriendo una interrogante entre los asistentes preguntó si los mexicanos debieran presentar una denuncia para enjuiciar a Hugo López Gatell, por su responsabilidad en el manejo de pandemia, que ocasionó más 800 mil víctimas.
Los prolegómenos de la marcha hacia el Zócalo capitalino.
Desde temprana hora, la avenida Paseo de la Reforma, Juárez y otras vías aledañas se llenó de marchistas, manifestantes que portaban pancartas y vestían prendas rosas, el color que simboliza la lucha contra las políticas que millones de mexicanos han considerado perjudiciales y divisivas.
El recorrido de la marcha, que inició aproximadamente a las diez de la mañana, dio principio en los alrededores del monumento al Ángel de la Independencia y se dirigió luego hacia el Zócalo, el corazón de la capital, donde a muchos les sorprendió —aunque otros ya estaban enterados—, de que esta simbólica plaza, que pertenece a todos los mexicanos, estaba parcialmente ocupada por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes desde el pasado el 15 de mayo —coincidiendo con el Día del Maestro—, instalaron un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México, para exigir, entre otras demandas, la derogación completa de la reforma educativa implementada durante la administración de Enrique Peña Nieto, que ellos llaman ‘reforma PeñAMLO’.
En los últimos días, los organizadores de la marcha Rosa, entablaron negociaciones con los dirigentes de la CNTE, a fin de que replegaran temporalmente su plantón, unas cuatro o cinco horas, en tanto la manifestación ciudadana tenía lugar. Sin embargo, se negaron a ello, lo que llevó a fraccionar la plaza, con bardas metálicas para evitar mayores confrontaciones.
Pese a ello, la mañana de este domingo, a pesar de las vallas metálicas, se produjeron algunos altercados verbales y golpes entre los marchistas e integrantes de la organización magisterial, quienes finalmente lograron impedir —tal como seguramente eran los planes del inquilino de Palacio nacional—, que los marchistas, con Xóchilt Gálvez al frente, pudieran copar la plancha del Zócalo, para la realización de un acto tan simbólico y tan significativo como resultó, a pesar de las presiones de gobierno.
La Marcha Rosa de este domingo —no cabe duda—, ha sido la expresión más reveladora del descontento de una gran mayoría de la población, que se siente marginado por las políticas del actual gobierno, y el hecho de que se haya limitado su acceso a la plaza central de la ciudad refleja una falta de solidaridad y comprensión entre distintos grupos de manifestantes.
Las marchas reflejan la preocupación de la ciudadanía sobre asuntos torales de gobierno
Esta tercera marcha de la “Marea Rosa” de hoy domingo, fue convocada bajo el lema #XochitlMarchaConmigo y #MareaRosaMayo19, para exigir justicia, defender la democracia y apoyar a la candidata Xóchitl Gálvez.
La movilización contó también con la participación de ciudadanos en más de 100 ciudades dentro y fuera de México, incluyendo Barcelona, Madrid, París, Houston, Washington y Toronto.
Hay que recordar que las principales marchas ciudadanas contra las políticas públicas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador —y que primero se originaron en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE)—, han sido significativas en los últimos dos años, reflejando la preocupación de la ciudadanía por la autonomía y la integridad del órgano electoral frente a las reformas propuestas por el gobierno.
La primera gran manifestación conocida como “El INE no se toca”, antecesora de la marcha de la “Marea Rosa” de este domingo, fue en defensa del INE y en contra de las políticas de Andrés Manuel López Obrador y tuvo lugar el 13 de noviembre de 2022. Entonces, miles de ciudadanos marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México. Los manifestantes llevaban pancartas con consignas como “Mi voto no se toca”, expresando su rechazo a la reforma electoral promovida por López Obrador, que buscaba cambiar la estructura del instituto y reducir su presupuesto
La movilización surgió en respuesta a las propuestas de reforma electoral del presidente, que los manifestantes consideraban una amenaza a la autonomía y la integridad del INE. Entre los oradores se encontraba José Woldenberg, exconsejero del Instituto Federal Electoral (IFE)
La Segunda “Marea Rosa” fue la del 26 de febrero de 2023 y en esa ocasión, la movilización se extendió a varias ciudades de México y también tuvo eco en el extranjero, con manifestaciones en lugares como España, Francia y Suiza. Los manifestantes reiteraron su apoyo al INE y su oposición al “Plan B” electoral del presidente, que consideraban una amenaza a la democracia y la autonomía del órgano electoral. La marcha principal en la Ciudad de México partió del Ángel de la Independencia y concluyó en el Zócalo.
Estas marchas han sido cruciales para expresar el rechazo ciudadano a las políticas del gobierno en materia electoral y para defender la integridad del proceso democrático en México.
Pero además ha habido otras manifestaciones multitudinarias. La más reciente tuvo lugar apenas, el pasado 18 de febrero de 2024.
Esta manifestación, conocida como la “Marcha por nuestra democracia”, reunió a miles de ciudadanos en la Ciudad de México y otras ciudades del país. La movilización se realizó en defensa del INE y contra las reformas electorales propuestas por López Obrador, conocidas como el “Plan B”.
La marcha inició a las 10:00 AM en el Zócalo de la Ciudad de México, y el principal orador fue Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del INE.
Las marchas ciudadanas no sólo han sido una manifestación contra la administración de López Obrador, sino también un clamor por los múltiples errores y problemas que ha dejado su gobierno. Entre las principales críticas se encuentran:
Inseguridad y violencia: Bajo su administración, México ha experimentado niveles récord de homicidios dolosos, con más de 170 mil muertes violentas desde el inicio de su mandato. La percepción de inseguridad sigue siendo alta y la estrategia de militarización no ha logrado revertir esta tendencia.
Desapariciones: Más de 47 mil personas han desaparecido durante su administración, sumándose a las cifras ya alarmantes de desaparecidos en el país.
Pobreza y desigualdad: A pesar de los programas sociales, la pobreza ha aumentado, afectando a más de 32 millones de personas, y la falta de acceso a servicios de salud ha empeorado considerablemente.
Crisis en el sector salud: La pandemia de COVID-19 expuso la fragilidad del sistema de salud, con el fallido INSABI y un aumento en la población sin acceso a servicios médicos.
Rezago educativo: La educación pública ha enfrentado retrocesos significativos, con un aumento en el rezago educativo y la falta de claridad en las políticas implementadas.
Economía estancada: El crecimiento económico ha sido insuficiente, con una falta de generación de empleos y una economía que no ha podido recuperarse completamente de las crisis globales recientes. El rescate al campo ha ido en picada.
Endeudamiento histórico: La deuda pública ha alcanzado niveles récord, con un incremento significativo desde el inicio de su gobierno.
Polarización política: La constante confrontación con la Suprema Corte de Justicia y organismos autónomos ha alimentado un clima de polarización política que ha deteriorado la democracia en el país.
Violación de derechos humanos: Se ha documentado un incremento en la persecución de periodistas y activistas, así como en los feminicidios, que han alcanzado niveles epidémicos.
Irritación generalizada por el apoyo de AMLO a su candidata: Además de la indignación general, muchos participantes de la Marcha Rosa están en desacuerdo por el desvío de recursos gubernamentales a favor de Claudia Sheinbaum, la candidata oficial respaldada por López Obrador y su gobierno con todos los medios a su alcance.
La eterna discrepancia sobre la cifra de asistentes; los asistentes fueron cientos de miles, no 95 mil como asegura Martí Batres
Es absolutamente necesario señalar la discrepancia entre las cifras oficiales y la realidad observada en la Marcha Rosa. Como ya se ha hecho costumbre, el jefe de gobierno Martí Batres, a través de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, reportó que aproximadamente noventa y cinco mil personas asistieron a la manifestación en el Zócalo. Sin embargo, esta cifra es claramente subestimada y parece una táctica política para minimizar la magnitud de la oposición al gobierno actual.
Como testigo presencial, puedo afirmar que la asistencia superó ampliamente el medio millón de personas, acercándose más a un millón o tal vez más. Las imágenes aéreas y los reportes de diversos medios confirman que la plancha del Zócalo y las calles aledañas estaban completamente llenas. Esta táctica de subestimación es una vieja estrategia del gobierno para restar importancia a la expresión pública de descontento y minimizar la legitimidad de los movimientos opositores.
Considero que minimizar la participación ciudadana en eventos como la Marcha Rosa no solo es deshonesto, sino que también refleja una falta de respeto hacia la voluntad popular. Es un intento descarado de manipular la percepción pública y deslegitimar las demandas de un pueblo que exige democracia, transparencia y justicia. Es fundamental que estas tácticas sean criticadas y expuestas, para que la voz de los ciudadanos no sea silenciada ni distorsionada por los intereses políticos del gobierno en turno.
La Marcha Rosa no sólo ha sido una manifestación de protesta, sino también un llamado a la unidad y al respeto entre todos los sectores de la sociedad mexicana. A medida que la mañana de este domingo ha avanzado, ha quedado muy claro que, aunque divididos físicamente, los manifestantes han compartido un mismo deseo de justicia y equidad.
Y hay que decirlo con todas sus letras:
Este evento histórico es un recordatorio de que la voz del pueblo es poderosa y que, a pesar de los obstáculos, el anhelo de un México mejor sigue vivo en el corazón de la gente. Y que el próximo proceso electoral será determinante y significativo en la historia reciente del país, para nuestro futuro como nación.