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Ha causado grandes expectativas el anuncio de Sí por México, el PAN, PRI y el PRD de hacer una alianza opositora a Morena y sus aliados, pero también ha habido mucha crítica, principalmente proveniente del llamado “círculo rojo”, que es la comunidad de comentócratas, respecto a esta alianza. Se dice que es “contra natura”, que la suma de partidos no otorga necesariamente la suma de votos, que “no se puede mesclar el agua y el aceite”, que regresa el PRIANRDE por sus fueros para hacer regresar a la “mafia del poder”, etc., etc.

Lo que raramente omiten muchos de los editorialistas principales es que, si no hay alianza, lo más seguro es que Morena se pueda levantar, con una mayoría calificada que les permita hacer reformas constitucionales, como ahora lo pueden hacer.

¿Eso es lo que realmente quiere el pueblo de México?

¿Acaso nuestro pueblo, está feliz, feliz, feliz con el desempeño del gobierno federal?

Francamente, no lo creo. El posible inicio para la solución de este problema por la vía democrática es que la oposición se una mediante alianzas, con todos los riesgos y contradicciones que esto provoca. Pero no nos queda de otra.

Sin embargo, es necesario que la oposición defina la alternativa que ofrece al pueblo frente a la descarrilada oferta del presidente que ofreció el llamado “proyecto alternativo de Nación”.

Al respecto, estimo que a todos nos debe quedar claro lo que queremos de nuestro país, y me atrevo describirlo brevemente, confrontándolo con lo que ofreció el presidente en su campaña:

Oferta del Presidente

  1. Legalidad.
  2. Erradicar la corrupción.
  3. Combatir la pobreza.
  4. Recuperar la paz.
  5. Viabilidad financiera y austeridad.
  6. Equidad de género.
  7. Reconstrucción nacional.
  8. Crecimiento económico.
  9. Autosuficiencia alimentaria.
  10. Autosuficiencia energética.
  11. Incremento de salarios.
  12. Inflación controlada.

Desempeño de las ofertas

  1. Se ha violado constantemente la constitución y el Estado de Derecho.
  2. No hay avances y sí hay retrocesos.
  3. Hay una gran generación de pobreza.
  4. Hay gran aumento de la violencia.
  5. Las finanzas han sido ordenadas y la austeridad se ha hecho a rajatabla afectando a la población.
  6. Se ha cumplido conforme al mandato constitucional aprobado en el gobierno de EPN.
  7. No hay avances.
  8. Gran fracaso.
  9. No hay avances y si hay datos de peligro.
  10. Gran retroceso al apostarle a energías fósiles y contaminantes.
  11. Se ha cumplido aumentando los salarios mínimos.
  12. Se ha cumplido, aunque es responsabilidad de Banxico y no del gobierno federal.

Como podemos ver de la descripción de arriba, muy poco se ha logrado el actual gobierno en relación con sus promesas de campaña. Podríamos justificarlo por las circunstancias difíciles de la pandemia, pero debemos de tomar en cuenta, que en el gobierno de Calderón hubo una gran crisis financiera internacional derivada del crack financiero en Estados Unidos, además de que en México se inició la pandemia del virus H1N1, y a pesar de ello, después de una contracción económica se recuperó la economía con la aplicación de medidas contra cíclicas eficaces y se controló la pandemia con medidas adecuadas de mitigación.


Ahora bien, la oposición de ninguna manera quiere regresar a los problemas creados principalmente en el gobierno de Peña Nieto que tuvo un desorden y descontrol fenomenal con la corrupción y endeudamiento, los cuales en este gobierno no se han controlado y el endeudamiento crece grandemente aplicando grandes cantidades de fondo a las inversiones improductivas del presidente (Dos Bocas, Santa Lucía y Tren Maya), en lugar de aplicar los fondos a ingreso mínimo universal o recuperación de MiPymes.


Por lo anterior, la alternativa que puede ofrecer la oposición con esta alianza es, siguiendo los números de los conceptos expresados en la tabla de arriba, lo siguiente:

  1. Regresar al desempeño del gobierno conforme a la legalidad, promoviendo leyes que reviertan los retroceso que el presidente ha provocado en combate a la corrupción, seguridad, educación, energía, y sobre todo, en la aplicación de fondos del presupuesto.
  2. Completar el sistema nacional anticorrupción que esta administración ha mantenido trunco. Sobre todo, fortalecer las actividades de la Auditoría Superior de la Federación respecto de la aplicación legal y eficaz del presupuesto de la federación.
  3. Combatir la pobreza, aplicando fondos del presupuesto a recuperar negocios perdidos por la pandemia, eliminado fondos a las obras improductivas del presidente para aplicarlos a los proyectos municipales y estatales de infraestructura que generan empleos y competitividad en todo el país.
  4. Generar legislación de seguridad pública que redireccione las políticas públicas a resolver la problemática a partir de lo local, con policía de proximidad y participación ciudadana.
  5. Mantener y blindar la autonomía del Banco de México y apoyar a la Secretaría de Hacienda en las acciones de orden financiero.
  6. Aplicar los fondos suficientes para completar la reconstrucción por los sismos.
  7. Establecer las bases estructurales necesarias a partir del presupuesto para la recuperación económica del país, reformando las leyes fiscales para promover la inversión y el empleo.
  8. Promover legislación que apoye al campo en donde México sea competitivo.
  9. Regresar al apoyo de las energías renovables y generar legislación que apoye a la inversión privada en energía.
  10. Continuar fortaleciendo a los salarios promoviendo legislación que combata a los monopolios, simplifique al gobierno y elimine las trabas de entrada a los negocios, y reducir la carga fiscal a las empresas e incluir a los informales en la formalidad fiscal simplificada para las MiPymes.
  11. Apoyar al Banco de México en su autonomía para que cumpla con su misión de control de la inflación.
    Lo más importante es que es necesario ponerle un dique al presidente de sus ocurrencias y a las maledicencias del grupo político que lo apoya, para salvarnos del autoritarismo y regresar al sendero de la República democrática que genere bien común.