Hasta la culta y demócrata Layda Sansores San Román se trepó a la campaña contra Xóchitl Gálvez Ruiz.
Se los dije.
¿Para eso urgía el comandante en jefe de Morena el destape de la candidata o candidato de Vamos por México a la Presidencia de la República?
¿Por eso el insistente reproche: dónde está la oposición?
Y cuando la oposición reaccionó y Xóchitl creció como la espuma, entonces el Duce de los destinos nacionales reaccionó junto con la pléyade oficialista que evidenció lo esperado: hacer pedazos a la que el licenciado López Obrador considera ungida.
Porque…
Sin duda, usted ya se dio cuenta de que la embestida, sin rubor e irreverente contra la ingeniera, la encabeza el demócrata e impoluto licenciado presidente. Cuidado, cuidado…
Y es que, pese a insistir en que no es igual a sus antecesores, opera con el mejor estilo de buscar esqueletos en el clóset o bajo la alfombra del opositor. El licenciado López Obrador es bien listo.
Así, la puntada va más allá de la ironía de pedir a Claudio X González y a María Amparo Casar con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad investigar las propiedades de Xóchitl, entraña la advertencia de usar a los cancerberos de la Secretaría de Hacienda, el SAT y la Unidad de Inteligencia Financiera para investigar a la senadora Gálvez Ruiz.
“La intención de él es descarrilarme”, declaró Xóchitl.
Pero…
Lejos de amilanarse, presentó ante el INE denuncias por violencia política de género y uso indebido de recursos públicos, contra el licenciado presidente y el poeta y escritor Jesús Ramírez además del director de lo que queda de Cepropie, Sigfrido Barjau de la Rosa.
De inmediato, en lo que puede asumirse como el “¡ya chole!, presidente”, Xóchitl zanjó: “una cosa es aguantar los chismes del presidente todas las mañanas… y otra muy distinta es tolerar la ilegalidad”.
En fundamento de su denuncia, Xóchitl refirió que López Obrador en sus mensajes de las mañaneras de los días tres, cuatro, cinco y siete de julio ejerció violencia política en razón de género en su contra.
Mire usted, en la mañanera el licenciado Andrés Manuel I se gasta el tiempo en atacar y descalificar a Xóchitl Gálvez de suerte que nadie le cree su dicho de que respeta a las mujeres.
Y se atreve, en un exceso al sentido común, a asumirse como el adivino dueño del presente y futuro de la oposición política.
–¿Qué estoy visualizando?—se preguntó Su Alteza Serenísima, en la mañanera.
–Que van a fracasar –se respondió.
Aduce que la oposición fracasará “porque la gente está muy consciente, la gente está recibiendo ahora lo que no le daban. Hay gobiernos que dan y hay gobiernos que quitan (…)”.
¡Ah!, porque según él, “los otros buscan llegar a los cargos para saquear, para robar, para hacerse grandes con la riqueza mal habida, y eso lo saben muy bien la gente”.
Bueno, bueno.
Cuestión de que alguien le pregunte en la mañanera, a qué llegaron Manuel Bartlett y su vástago, Ignacio Ovalle Fernández en Segalmex y aquellos que, por citar unos ejemplos, han saqueado al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y han vaciado, desde el Banco del Bienestar, las cuentas de beneficiarios de la tercera edad.
Pero, bueno, estábamos con la embestida contra la ingeniera Gálvez, con esa burda campaña que dicta línea desde el púlpito en la mañanera y en las redes sociales morenistas hay obediencia ciega para golpear y estigmatizar a Xóchitl.
Lea usted lo dicho por el licenciado López Obrador:
“Ahora ya hasta estamos preparándonos porque, como no les funcionó lo de Xóchitl porque ese globo no voló, van —ya lo están haciendo— a destinar todas sus baterías, las van a orientar, a enfocar a la violencia (…)”.
¿La violencia? ¡Sopas! Nomás falta que culpe a Xóchitl del desgobierno que hay en Guerrero y Michoacán y Tamaulipas y…
¡Recáspita Batman!
“Es que –según Andrés Manuel I– la señora Xóchitl Gálvez, pues, es Fox, es Salinas, es Claudio X. González, es Roberto Hernández. Entonces entran así, los imponen y entran atados de pies y manos. Son peleles, son títeres, empleados de la oligarquía.
“En cambio, los que van a recibir el bastón de mando del movimiento de transformación, al que voy a entregarle el bastón de mando, hombre o mujer, pues van a tener autonomía, van a ser independientes, van a tener sólo como amo al pueblo de México”.
En serio, no se ría.
¿Una corcholata independiente?
Uno de esos mercenarios de la mañanera puso en bandeja de plata la pregunta al Duce:
–En Televisa hay una campaña contra Adán Augusto López. ¿A qué cree que se deba?
–A eso mismo, a eso, les dan línea– respondió el licenciado presidente.
–¿Pero por qué Adán Augusto, precisamente?
–Por algo será –atendió López Obrador–, así dicen allá en mi pueblo, por algo será. Pero se ve, ya me di cuenta, o sea, es muy notorio que Televisa la trae contra Adán. No sé por qué razón. Pero qué bien lo que dices, porque tenía yo ganas de mencionarlo. Pero, bueno, todos en esa línea, ¿no?
Y le restó importancia:
–Afortunadamente –dijo–, esos programas también no los ve mucha gente, los ve el llamado círculo rojo, y esos, pues ya sabemos, ¿no?, pero sí están constantemente en contra. Y ahora tienen como consigna hablar bien de la señora Xóchitl, ya les dieron línea, pero no.
–¿Ya vio la lista de los finalistas en la oposición, presidente?
–Sí, pero ya, ya, ya es complemento, es accesorio, es aderezo, nada más es la señora Xóchitl. Ya hicieron la consulta arriba, ya Salinas, y Fox, y Calderón, y Claudio, y Roberto Hernández, y Diego, ya, ya decidieron, o sea, ya lo demás es pura faramalla.
¡Joder!, porque…
–El caso de Xóchitl pues ya sabemos, ¿para qué quieren a Xóchitl? Para seguir saqueando, para seguir robando—acusó y dio la primicia:
“(…) le voy a pedir a Claudio X. González aquí que haga una investigación sobre la empresa de Xóchitl, y los contratos que ha recibido del gobierno de cuando fue funcionaria en el gobierno de Fox y de cuando fue jefa de Gobierno”.
Pero…
Elemental la ironía y la advertencia. Pero, Xóchitl fue delegada, no jefa de Gobierno y Claudio no es autoridad para investigarla, aunque Hacienda y el SAT y la UIF lo son, amén de que la jauría anda suelta y –¿de motu proprio?– se revelan propiedades de Xóchitl y contratos otorgados cuando funcionaria en la administración de Vicente Fox y delegada en Miguel Hidalgo. Elemental, se los dije.
–Ya lo denunció por violencia política de género, también está denunciado usted, presidente, lo denunció— refirió uno de los mercenarios mañaneros al licenciado Andrés Manuel.
–¡Ah!, sí, pero eso no. Yo no ofendo a las mujeres—respondió y se sacudió con una canción del compositor tabasqueño Juan Manuel López Ochoa: “Todas las mujeres, corazón”.
¡Ay!, ¡qué lindo! Xóchitl, la señora Xóchitl quita el sueño al Duce. ¡Recórcholis, Drakko! Digo.
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