Por Abigail Bello Gallardo
draabg170568@gmail.com
·“Me opongo a la violencia porque cuando parece causar bien, éste es sólo temporal, y el mal que ocasiona es permanente”. Mahatma Gandhi.
Xalapa, Veracruz. Antes que todo hago del conocimiento público que reconozco como muy grave la violencia cotidiana que sufre la mayoría de las mujeres mexicanas, en sus diferentes modalidades: física, sexual, psicológica, económica, etcétera; y que mi convicción por ayudarles de todas las maneras posibles, está con cada una de ellas. Sin embargo, como toda violencia es reprobable, el día de hoy comentaré acerca de un tema tabú: La violencia en contra de los hombres cometida por sus parejas.
La Organización Mundial de la Salud define a la salud como: “El estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Por lo tanto, cualquier circunstancia que perjudique la salud integral de una persona, debe ser tratada como una enfermedad.
El maltrato a los hombres, realizado por sus esposas, parejas o ex parejas, existe, es una realidad, igual que el maltrato hacia las mujeres, pero mucho menos frecuente y denunciado (Hombres maltratados de España. http://www.hombres-maltratados.com/).
El maltrato más común que sufren los hombres es principalmente psicológico y sutil, basado en la humillación, la manipulación y el daño económico, a través del engaño, el chantaje, el robo, el endeudarse a propósito para que él pague las cuentas, etcétera.
Algunos varones piensan que el maltrato emocional y psicológico no es violencia, pero ignoran que la violencia emocional o psicológica, en muchas ocasiones es tanto o más dañina que la violencia física o sexual (El varón víctima de violencia familiar. Alejandra Palacios Banchero. Derecho y Cambio Social).
En algunos lugares de nuestro país, uno de cada 10 hombres son víctimas de violencia intrafamiliar (Milenio.com. Tamaulipas. Fundación “Manos Unidas”).
El estereotipo de “masculinidad” es un motivo frecuente para que los hombres encubran o disimulen el estar sufriendo maltrato, por temor a ser juzgados negativamente por el resto de la sociedad, por la policía –en el caso de la denuncia– o por cualquier tipo de autoridad encargada de investigar este tipo de atropellos. Algunos hombres, niegan o encubren la violencia por el temor a ser ridiculizados por sus amistades o compañeros de trabajo. Simplemente se vuelven extremadamente retraídos (Violencia en relaciones heterosexuales. Wikipedia).
La violencia contra el varón–oviolencia contra los hombres–es una expresión utilizada por algunos investigadores para confirmar laviolencia intrafamiliar,violencia en el noviazgo, violencia de género,violencia infantil,entre otras.
Este tipo de violencia es casi desconocida por legisladores y por la sociedad en su conjunto.
Según expertos juristas “El maltrato hacia los varones cometido por sus parejas… debe ser atendido, porque el hombre es parte de la familia donde ocurre la violencia doméstica y ésta ya se ha convertido en un problema de salud pública porque tiene efectos destructivos en los niños” (La violencia de género también es contra los hombres. Diariojudicial.com. Argentina).
La violencia, provenga del hombre o de la mujer, tiene el mismo origen: poder y control sobre la relación.
Las motivaciones pueden ser distintas, ya que pueden ser realizadas por la esposa, concubina, amante, pareja ocasional, incluso por la madre.
Las víctimas de violencia psicológica o física (que incluye a hombres y mujeres de cualquier edad) pueden mostrar:
* Ansiedad y desasosiego permanente.
* Depresión y descontrol emocional.
* Deterioro de la autoestima (sienten que tienen menos importancia que los demás).
* Dificultades para establecer relaciones duraderas con los demás.
* Disminución de su capacidad de trabajo y de sus posibilidades intelectuales.
* Incapacidad para asumir los cambios de vida de manera apropiada.
* Pérdida de deseos e interés.
Cuando un hombre sufre violencia intradoméstica, generalmente es menospreciado y limitado su rol de hombre, a sólo ser padre y simple proveedor.
Luego en la separación, la pareja ahuyenta al padre, trata de eliminarlo de los afectos de los hijos, y una vez que el hombre por fin desaparece, entonces a menudo se le acusa de estar ausente, de no “visitar” a sus hijos y de que “los hijos no le importan”.
El médico especialista en diagnosticar y tratar las consecuencias del maltrato psicológico o emocional hacia los hombres (o en su caso hacia las mujeres) es el psiquiatra. Sin embargo, los pacientes que no requieran medicamentos especializados, pueden ser tratados satisfactoriamente por el psicólogo.
Características de las mujeres que ejercen violencia sobre los hombres. Las más frecuentes son:
* Las que abusan del alcohol. El abuso del alcohol es la mayor causa de violencia doméstica, tanto en el hombre como en la mujer. Las personas que se encuentran bajo los efectos del alcohol, tienen poco control sobre sus impulsos, fácilmente se frustran, malinterpretan cualquier situación y por lo general buscan en la violencia, la solución a sus problemas.
* Las que padecen desórdenes psicológicos (sea que lo sepan o no). Existen algunos trastornos, especialmente de personalidad, en que la mujer tiene como característica ser abusiva y violenta con el hombre. El trastorno de personalidad “borderline”, por ejemplo, está asociado a un alto porcentaje de mujeres que ejercen violencia doméstica contra los hombres. Este desorden también se asocia al comportamiento suicida, cambios de humor severos, mitomanía (mentira patológica o mentir de manera enfermiza), padecen problemas sexuales y también puede relacionarse con abuso de alcohol y otras sustancias.
Pueden presentar rasgos psicopáticos: Suelen ser muy amables con el resto de la gente, excepto con la víctima (Violencia doméstica hacia el hombre, cuando la mujer es la que abusa. Medciencia).
* Las que tienen expectativas, presunciones y conclusiones no realistas. Mujeres abusivas y manipuladoras que con frecuencia tienen falsas expectativas y hacen demandas no realistas al hombre. Estas mujeres reiteradamente, tienden a experimentar episodios depresivos, frustración o irritabilidad que atribuyen al comportamiento del varón. Culpan al hombre y lo hacen responsable de cómo viven su vida o de hacer que su vida sea miserable porque no les dan las cosas que desean, sin pensar que si desean algo debieran trabajar ellas mismas por lograrlo.
* Por lo general se niegan a entrar a algún tipo de tratamiento y pueden insistir que es la pareja quien lo necesita.
Suelen ser mujeres controladoras, posesivas y celosas (patológicamente, enfermizamente). Ven a la pareja como una propiedad suya e intentan controlar su manera de vestir, comportarse, de ser.
* Puede ser que se sientan fracasadas, frustradas o que tengan baja autoestima y suplan estos sentimientos mediante la necesidad de control de la otra persona.
* Utilizan la agresividad como un medio para conseguir lo que quieren.
* Suelen controlar autoritariamente las actividades de la familia.
* No suelen reconocer sus errores.
* Con frecuencia desautorizan o ridiculizan al padre delante de los hijos.
* Aprendieron de pequeñas a ser violentas, concibiendo la violencia como una forma de relacionarse y conseguir lo que quiere.
Prevención
Al igual que en el caso de las mujeres maltratadas, las acciones deben ir encaminadas a:
* Que los niños tengan por lo menos la educación secundaria completa.
* Casarse hasta los 18 años y en adelante.
* Tener empleo, ser independientes económicamente y tener acceso a seguir estudiando o especializarse.
* Informarse acerca de las normas sociales que promueven la equidad de género.
* Tener a su alcance personal especializado y servicios judiciales, médicos, sociales y de seguridad/protección.
* Tener a su disposición espacios seguros o refugios, y acceso a grupos de ayuda (Organización de las Naciones Unidas. Mujeres).
Como siempre, insisto en la necesidad de que todas las instituciones de salud en el país, informen a la población de manera sencilla, breve y frecuente, a través de todos los medios de comunicación, acerca de las enfermedades y de cómo prevenirlas.
N.D.R.- Solo cabe citar que “no todos los hombres son cavernícolas golpeadores, ni todas las mujeres son princesas indefensas”.