Desde el escandaloso, vergonzoso e indignante pleito ocurrido al cierre de sesiones de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en donde el líder del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado, Alito Moreno, tuvo zacapela de niños de secundaria con el presidente del Senado y presidente de la Comisión Permanente Fernández Noroña, porque este último no le concedió la palabra al primero para que diera el posicionamiento de su Grupo Parlamentario, ha habido innumerables comentarios, memes, entrevistas, debates, todos criticando el hecho, pero la mayoría apoyando a Alito y denostando a Fernández Noroña, quiero aprovechar el hecho para manifestar lo que debe ser la conducta de un auténtico líder en la política.
Al respecto, John Maxwell, quien es considerado como la persona más avezada a nivel mundial, en el tema de lo que debe ser el ejercicio del liderazgo, ha manifestado en su magna obra intitulada Las 21 irrefutables reglas del liderazgo.
Seré muy breve en su descripción, enunciando las principales por falta de espacio.
- La ley de la influencia y de empoderamiento.
Este principio se refiere a que un buen líder debe infundir y ejercer impulso, atribución, autoridad e influjo en sus seguidores y darles poder para que lo ejerzan en ayudar a los demás; es decir, un buen líder debe dar lo mejor de sí a sus seguidores para que ellos a su vez hagan lo mismo con los demás hacia la obtención de fines nobles.
- La ley de proceso y de magnetismo.
Esta ley se refiere a la característica que todo buen líder debe tener para superarse y estar preparado para la realización de nobles objetivos. Debe tener una voluntad tenaz y estar siempre enfocado en los pasos a seguir para obtener los fines deseados.
Mientras la ley del magnetismo consiste en que todo buen líder debe de tener la capacidad de atraer a las mejores personas para la consecución de sus fines, que tengan no solo las capacidades necesarias sino la responsabilidad y la voluntad de asumir los compromisos y llevar a cabo las acciones necesarias para obtener los nobles fines dictados por el líder.
- La ley del respeto y la ley de sumar.
La ley del respeto se refiere a que una persona por más ignorante que sea y por más que viva en una situación precaria, si respeta a los demás y se comporta con una tenacidad, valentía y audacia, enfocada a fines nobles, se gana el respeto de los demás, conquistando además influencia en personas de poder para que se le apoye en la obtención de fines nobles.
Personas con estas características tienen la facultad de sumar a otros en la realización de sus nobles fines, ya que sus intereses no son personales sino altruistas, enfocándose en ayudar a los demás a mejorar sus condiciones de vida, arriesgando mucho para ayudar al prójimo. La ley de sumar también consiste en agregar valor a sí mismo para a su vez poderlo dar a los demás, sin esperar retribución alguna ni reconocimiento.
- La ley del sacrificio.
La ley del sacrificio es una dura carga para el auténtico líder quien muchas veces tiene que dejar su zona de confort para dedicarse a la realización de sus buenos fines. El desarrollo de fines nobles en muchas ocasiones representa el afectar intereses de personas poderosas que pueden perder o dinero o canonjías gozadas por las injusticias que cometen. Cuando un líder se enfrenta con estas situaciones corre peligros que van desde perder su empleo, o clientela o verse afectado en sus negocios o en sus intereses legítimos, hasta sufrir situaciones de violencia en su contra o en contra de sus seres queridos. El costo de buen líder es alto, no siempre un líder goza del prestigio y admiración de los demás, muchas veces un buen líder sufre desprecios de muchas personas con poder que le pueden afectar su imagen y prestigio, sembrándole calumnias e infundios. Pero un buen líder debe perseverar y así sobrepasar todas estas tribulaciones.
- La ley de la victoria y la del aprovechamiento del tiempo.
El buen líder debe tener definido su objetivo perfectamente bien para llevar a cabo una victoria en su obtención, para ello no nada más debe de desarrollar una narrativa o discurso que sea acorde a sus fines, sino que tiene que concentrarse en dirigir las innumerables acciones para obtener esa victoria, enfocándose en empoderar a sus seguidores y darles ánimos para lograrlo. El líder debe tener siempre un claro compromiso pare obtener el logro, debiendo desarrollar las diversas acciones en el momento más adecuado para lograr la victoria.
Conclusión.
Es claro que con lo que acabo de describir, lo que Fernández Noroña no tiene es el ser buen líder. Creo que esta conclusión es axiomática.
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