Estira y afloja
LitioMx ya tiene a Norma Rocío Nahle como presidenta del consejo de administración y a Pablo Daniel Taddei como director general, pero nació sin estructura organizacional ni organigrama, sin proyectos de inversión ni reservas probadas, sin capacidad técnica especializada ni análisis de impacto ambiental ni tecnología o infraestructura para extraer esa materia prima.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que propondrá el modelo de gobierno corporativo de LitioMx, estimó las reservas de litio en 7.5 millones de toneladas. Con la nacionalización no podrán ser explotadas por extranjeros, como definió el presidente Andrés Manuel López Obrador en febrero al declarar reserva minera de litio a 234 mil 855 hectáreas en Arivechi, Granados Divisaderos, Huásabas, Nácori Chico, Sahuaripa y Bacadéhuachi, en Sonora.
En esa zona, está la empresa Bacanora Lithium, propiedad de la china Ganfeng Lithium, que ya recibió en agosto pasado el aviso de cancelación de nueve concesiones por parte de la Dirección General de Minas porque no cumplió “con sus obligaciones mínimas de inversión como lo exige la legislación mexicana” entre 2017 y 2021.
El pasado 29 de agosto el presidente de la compañía china, Li Liangbin, comunicó a sus accionistas sobre esta decisión y argumentó que la inversión por parte de sus subsidiarias “excedió significativamente las obligaciones mínimas de inversión”, que la cancelación de concesiones viola las leyes mexicanas y el derecho internacional por “arbitrarias y sin fundamento”, y que ya interpuso el recurso de revisión para “impugnar la resolución”. De ser necesario, recurrirá a otros recursos del derecho mexicano e internacional.
La empresa había estimado que este año comenzaría la refinación de 20 mil toneladas de hidróxido de litio y que sus reservas son de 8.82 millones de toneladas, “uno de los más grandes del mundo a cielo abierto”, que ya adquirió todos los terrenos y permisos de agua, y que tiene un acuerdo de compra por 10 años con la japonesa Hanwa, propietaria de 3.73 por ciento de las acciones de Bacanora Minerals.
La revista Eficiencia Energética, del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide), abordará el tema del almacenamiento de energía y tecnología del litio para la eficiencia y la transición energética. Ahí la doctora Rosa María Pro, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, advirtió que la acelerada demanda de litio incrementó su precio enormemente, pero no se ha discutido “cómo la obtención de este elemento en minas o salares tiene tal vez un mayor impacto ambiental que el que se pretende solucionar con su utilización en baterías”. En el texto que nos adelantan se lee que se degrada el suelo, se dañan los recursos hídricos, hay pérdida de biodiversidad y se exacerba el cambio global.
jesus.rangel@milenio.com