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La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, señaló que los derechos humanos están en riesgo cuando el poder no puede ser controlado o contenido.

Durante su participación en el Decimosexto Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional en la UNAM, la también presidenta de la Judicatura señaló que “la democracia constitucional en el mundo entero, y muy señaladamente en nuestro país, atraviesa momentos muy delicados y muy difíciles”.

En el contexto de la reforma judicial, que está vigente desde el pasado 16 de septiembre, la ministra reconoció los llamados de atención nacionales e internacionales de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial (Jufed) sobre las implicaciones de esos cambios.

La presidenta de la SCJN retomó lo señalado por la Jufed de que “los mexicanos están perdiendo su derecho a una justicia imparcial y el respeto a sus derechos humanos está en riesgo. La politización de la justicia, la desaparición de la carrera judicial y la erosión de la certeza jurídica no solo afectan a los ciudadanos, sino que también comprometen la confianza en el sistema judicial, crucial para el desarrollo económico y social del país”.

La ministra Piña consideró que “los derechos humanos están en riesgo cuando el poder, de cualquier tipo, no puede ser contenido, frenado y controlado. Es también una verdad evidente” que uno de los propósitos de un Poder Judicial independiente —y lo subrayo— independiente, es proteger los derechos humanos y ser un contrapeso al poder que podría amenazar tales derechos”.

Abundó que “el camino para fortalecer el Estado de derecho debe ser evaluado, debatido y enriquecido, y que cuando múltiples voces se alzan en un coro de advertencias, es prudente poner atención”.

Aseveró que millones de personas “están esperando que se resuelvan sus conflictos, mediante sentencias que involucran lo que es importante para sus proyectos de vida; para vivir con dignidad, con libertad, con plena confianza en que la justicia está y debe estar siempre a su servicio, al margen de los más perniciosos vaivenes y de las prácticas denigrantes”.