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Como ocurre tradicionalmente en estas fechas patrias, y por ser un evento republicano, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra (PRI), esperaba ser invitada a la ceremonia del Grito de Independencia.

En entrevista, la legisladora federal del PRI, recordó que ella representa a uno de los Poderes del Congreso, por lo que no existía ningún inconveniente en estar presente en ese acto de la más alta relevancia para el país.

Por lo que ante la omisión señaló “yo lo único que les digo es que me quedé vestida y alborotada, porque sí quería ir a celebrar, ahora sí que, con el pueblo, con la gente, en un día tan, los días tan importantes para la nación. Es una fiesta de todos los mexicanos y las mexicanas, y aquí los diputados y las diputadas, pues también somos mexicanos y celebramos las fiestas patrias”.

Cuestionada si la decisión del presidente López Obrador fue un desdén hacia su investidura y a la de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, Guerra comentó que es “un estilo ya personal del señor Presidente”.

“Yo no pretendo polemizar sobre un tema que se decidió, el de no invitar a los Poderes y, bueno, pues no pasa nada”, dijo.

Guerra evitó especular si la decisión del Ejecutivo al no convidar a las dos presidentas del Poder Legislativo y el Poder Judicial a las Fiestas Patrias se debió a razones electorales o de misoginia.

“Desconozco si sea un tema de género o si sea un tema de alguna inconformidad que hay hacia un Poder en específico, pero nosotros seguimos trabajando, aquí estamos trabajando (…) habría que preguntarle al señor Presidente”, subrayó.