Paradoja de nuestra política:
El Gobierno ordena callar a la ciencia mientras el magisterio disidente ha perdido una oportunidad dorada para mostrar democráticamente su fuerza y continuar su lucha sindical.
Vayamos al primer caso:
Cualquier crítica de profesores, investigadores o empleados es causa suficiente para ser sancionados, inclusive con el despido del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
La disposición salió de la Secretaría de la Función Pública (SFP) de Roberto Salcedo Aquino y deberá aplicarla el impuesto director del Centro, José Antonio Romero Tellaeche.
Todo el personal está advertido de su suerte si no se abstiene “de difundir mensajes y/o expresiones a través de medios de comunicación digitales como redes sociales, correo electrónico o aplicaciones de mensajería móvil, que puedan causar daño a la dignidad y la integridad de alguna persona servidora pública de ese Centro de Investigación”.
Así dice un oficio firmado por la titular del Órgano Interno de Control del CIDE, Julieta Proa Santoyo, quien invoca el Código de Ética de la Administración Pública publicado en el Diario Oficial el 8 de febrero de 2022.
Así pues, cero crítica aquí, allá y acullá en este sedicente gobierno democrático.
OTRA DE MAESTROS
Con otros maestros pasa lo contrario.
La fuerza de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decae también en el país y acaba de quedar registro en las elecciones convocadas en el Valle de México.
Con extremo cuidado y muchas negociaciones, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de Alfonso Cepeda convocó a elecciones en las secciones 9, 10, 11 y 60.
Autodenominada democrática, la capitalina Sección IX fue invitada como observadora en el proceso de enero-marzo para atestiguar la renovación de dirigentes en Chiapas.
Con aquella experiencia, el 18 de abril se pidió a la Comisión Ejecutiva de la Sección un informe de gestiones y manejo presupuestal, tarea delegada en el profesor Julio Peralta Esteva.
Más de un mes después, el 23 de mayo, se emitió la convocatoria para la elección y, según la bitácora avalada por Gobernación y la SEP, se iniciaron negociaciones entre la directiva de Alfonso Cepeda y la CNTE.
Y DIVISIÓN INTERNA
Hubo pláticas por todos los temas.
La Sección 9 pidió ampliar el plazo de registro de planillas y se le concedieron cinco días -del 27 al 31 de mayo-, a pesar de lo cual no cumplió por divisiones internas.
Un ala de la CNTE estaba de acuerdo en entrar y competir, pero otra más numerosa se oponía acaso porque eran conscientes de su pérdida de fuerza entre los maestros capitalinos.
Ganaron estos y así el 2 de junio la facción radical anunció su decisión de no competir.
El proceso culminó el miércoles de la semana anterior cuando, tras más de 16 años sin renovación, el magisterio capitalino de enseñanza elemental fue a votaciones y ganó abrumadoramente Ulises Chávez Tenorio.
Mientras, coincidencia de la vida, el titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, Luis Humberto Fernández Fuentes, ha recibido el certificado como educador de alto nivel en la Universidad de Harvard.