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Aún falta un buen trecho para que lleguemos al 2027 y un poco más para el 2030, años de comicios federales y locales, Sin embargo, en política estos plazos se acortan y las expectativas de espacios se limitan al interior de los partidos políticos.

En Morena, como el partido más grande del país, por supuesto que los espacios son pocos para tanta gente y como es costumbre, en un partido oficialista, estos en buena parte son cubiertos por los personajes de mayor jerarquía. Pero ante tantos grupos existentes al interior de Morena, esto hace que empiecen los jaloneos y golpes rudos.

En estos momentos Claudia Sheinbaum se presenta como el personaje de mayor jerarquía, aun cuando la presencia del oriundo de Macuspana se siente, por tanto, la decisión para colocar a los personajes idóneos de Morena en cada puesto público no depende únicamente de Sheinbaum Pardo sino también del tabasqueño.

Claudia Sheinbaum a demostrado que ella tiene otras maneras para definir el rumbo de su gabinete y el de Morena, pero la abrumadora presencia de AMLO en el partido puede ser un problema. No solo para Sheinbaum, sino también para los grupos que integran Morena.

Como sabemos durante años AMLO se encargó de colocar las piezas como a él le convenian. Colocó a gobernadores, legisladores y alcaldes, y por supuesto dejó a personas muy cercanas a él en el gabinete de Claudia Sheinbaum. Esto se presenta como un factor importante para determinar candidaturas.

Pero también convierte el ambiente al interior de Morena ríspido y de tensión, para la decisión de los candidatos a puestos de elección popular, a los comicios a efectuarse en 2027 y después 2030.

Por ello, y aunque ya vemos algunos golpeteos internos, estos irán creciendo y posiblemente en algunas partes habrá rompimientos, no solo con los partidos aliados de Morena si no en el interior de Morena.

Se hablo mucho de la posibilidad de que Andrés Manuel López Beltrán, podría ser el personaje que en estos años pudiera crecer, pero ante su poco tacto político él mismo se pone piedras en el camino y al final serán pocos quienes lo sigan apoyando.

Algunos dirán que su apoyo eta con el hijo del Mesías otros buscarán aliarse con Sheinbaum Pardo para conseguir crecer como grupo, pero esto podría abrir un boquete al interior de Morena.

Porque, por el momento, no se ve, de qué manera el junior podrá colocarse como un líder al interior de Morena, y sobre los otros hijos posiblemente ocurrirá lo mismo, De tal forma que algunos lideres podrían ocupar ese vacío.

Sin duda habrá quien trate de apoya la escasa imagen de López Beltrán, pero sería un hándicap bastante adverso y los tiempos no están como para dejar espacios que la oposición pueda aprovechar.

Los sucesos que ocurrieron en este verano colocan a Morena en un espacio de duda para muchos militantes, quienes observaron que la élite del partido dilapida enormes cantidades de dinero sin importar los principios que su Mesías aseguraba eran fundamentales para Morena.

Por tanto, algunos ocuparan estos sucesos para golpetear a esos lideres y cerrar el camino a sus grupos, Es por ello que muchos están esperando la decisión de Claudia Sheinbaum para hacer o no hacer cambios en las coordinaciones parlamentaria, y de ahí partir para empezar a realizar sus estrategias políticas.

Esto significará un reacomodo de los grupos al interior de Morena pensando el 2027 donde estarán en juego 16 gobernaturas, una buena cantidad de legislaturas locales y las legislaturas federales.

Lo cierto es que todos los grupos trabajarán para mantener el poder que hasta ahora tiene Morena y conservar la mayoría de las gobernaturas y de los espacios legislativos. Pero posiblemente con cambios determinantes entre los grupos de mayor relevancia y de control en Morena.

Así que el problema de Morena es Morena mismo, como en el l PRD hace algunos años, una gran cantidad de tribus en la búsqueda del poder y una dirigencia o liderazgo débil que no impidió el golpeteo interno llevando al partido al ocaso total.

Es cierto que falta mucho para el 2027, pero repito, en la política y más aún en Morena estos tiempos se acortan y los grupos harán todo lo posible para ser los predominantes, lo que resulta en los golpeteos y posiblemente un cisma al interior de Morena.