En la actualidad, y desde hace más de dos décadas, las mujeres son las que más se titulan en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en comparación con los hombres; sin embargo, hace 5 décadas, de cada cuatro titulados, sólo una era mujer.
Según cifras históricas de la universidad nacional,1996 fue el año disruptivo en el que cambió la tendencia de más hombres titulados, pues del total de estudiantes que obtuvieron el grado de licenciatura ese año, 50.5 por ciento fueron mujeres, comportamiento que se ha mantenido desde entonces.
En 2008, se registró un salto drástico en ese incremento de mujeres que se titulaba, pues la cifra se disparó a 59.8 por ciento, cuando en los 11 años anteriores (1996-2007) fue un crecimiento paulatino de entre uno y dos puntos porcentuales anual.
La Dirección General de Administración Escolar de la máxima casa de estudios cuenta con un registro puntual de las mujeres y hombres que obtienen su título profesional cada año, el cual revela que antes de 1975, menos de 20 por ciento de las estudiantes femeninas conseguía este documento del total de titulados, pues 80 por ciento eran varones.
Incluso en 1968, apenas 19 por ciento lo consiguió, pero justamente a raíz de ese movimiento estudiantil, que marcó un hito en la historia de los jóvenes universitarios, empezó a subir el promedio de mujeres de la universidad nacional que se titularon.
Ese incremento en aquella época está vinculado a que creció el acceso a la educación superior de las mujeres, así como a su mayor presencia como consejeras universitarias y en órganos de representación.
No obstante, su presencia en las aulas aún era escasa en la década de los 70, ya que la matrícula femenina era en promedio de 22 por ciento, según una revisión historiográfica del estudio A 40 años del movimiento estudiantil. Universitarias de los años setenta en la Universidad Autónoma de Puebla.
Las estadísticas de la UNAM muestran que en 1975, sólo 24.3 por ciento de las mujeres se tituló, pues más de 80 por ciento de la matrícula estaba conformada por varones, ya que la primera barrera de autoritarismo que las mujeres tuvieron que enfrentar fue la pirámide patriarcal al interior de sus familias.
Los datos de titulación revelan que estudiar para muchas mujeres universitarias de los años 60 y 70 fue una primera revolución.
Testimonios de mujeres de ambas décadas en recuentos que tiene el Centro de Investigaciones y Estudios de Género cuentan que para estudiar la universidad y poder ingresar a la UNAM se tenían que oponer a su familia, lo cual también representaba enfrentar a una sociedad patriarcal.
Poco a poco, el mayor acceso de mujeres en las aulas universitarias les permitió concluir sus estudios a nivel licenciatura, pues entre 1975 y 1980 subió de 24.3 por ciento a 33.6 por ciento de mujeres con título, egresadas de la UNAM.
Cinco años después, en 1985, el 38.7 por ciento de los estudiantes titulados eran mujeres; lo cual se fue elevando paso a paso, pues para 1990, ellas ya representaban el 43.4 por ciento y para 1995 alcanzó el 49.6 por ciento, lo que representaba casi la mitad de alumnos titulados, por lo que los hombres dejaron de imponerse en conseguir este documento que les permite insertarse en el mercado laboral para desarrollarse en la profesión que estudiaron.
A partir de 1996, poco más de la mitad de las mujeres universitarias de esta casa de estudios superó a los varones en la titulación, tendencia que fue creciendo hasta alcanzar un máximo de 59.8 por ciento en 2008, así como 59.4 por ciento en 2010.
Aunque en 2015 el nivel de mujeres que se titularon descendió a 56.9 por ciento, por más de 28 años ellas se han mantenido por encima de los varones en obtener el título profesional.
Con información del periódico La JORNADA