Norma Jiménez era una madre trabajadora, tenía alrededor de 41 años cuando desapareció en 2011. Este jueves Andrés Filemón ”N” confesó, en su primera audiencia en los juzgados del penal de Barrientos, en Tlalnepantla, que ella había sido una de sus víctimas, fue la que primera que recordó y nombró.
El 6 de agosto de 2011 Norma cubrió su turno de 2 pm a 22 pm como mesera en una lonchería bar llamada Barrigón, ubicado en la calle Zahuatlán colonia San Javier, a las 22:15 se comunicó con su familia diciéndoles que se dirigía a casa pero nunca llegó.
La ficha de búsqueda describió sus señas particulares: “cadera grande y glúteos prominentes, además de tener una mancha en la piel en el pómulo derecho, una cicatriz de forma vertical en el abdomen de cesárea”.
Aunque sus abogados le sugirieron reservarse su derecho a declarar, expresó: “lo hecho hecho está, sólo quiero decir la verdad, ahí está el esposo (de Reyna), él vio todo”. Sólo lloró cuando le dijeron que por los delitos señalados no saldría de prisión, pero no lo hizo cuando narró cómo mató y destazó una a una a sus víctimas.
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