Los problemas de México se agudizaron en este sexenio, y para revertirlos tendremos que ocupar mas de seis años poderlo establecer en la situación que se encontraba antes del 2018.
Una mala administración aderezada con malas decisiones ha llevado al país a enfrentar problemas que se han pronunciado de manera más profunda
México crecía en un 2 por ciento anual, que era poco, pero con los planes de desarrollo financiados no solo con dinero público sino también con el privado, se marcaba la posibilidad de quienes asumieran los riesgos de inversión fueran los privados, mientras que los recursos públicos se podrían establecer en sectores como la salud, la educación y alimentación.
Así lo empezamos ver y sentir, cuando se creo el Seguro Popular que permitió que millones de mexicanos, que por alguna circunstancia no estaban dentro de IMSS o el ISSSTE, accedieran al sistema de salud, con costos bajos.
Se instalaron en las colonias populares de las ciudades del país, espacios donde se otorgaba no solo una revisión medica, sino hasta medicamentos gratuitos y en ocasiones algunas operaciones quirúrgicas también.
Cuando asumió la administración federal, el tabasqueño inquilino de Palacio Nacional, este sistema de salud desapareció, porque se argumentaba que “existía corrupción” en su manejo. Dejando sin servicio a millones de familias mexicanas de escasos recursos y que por su actividad laboral no tenian acceso a los servicios de salud que ofrece el estado.
También antes de entrar la llamada 4T, se habían firmado convenios de co-generación de energía, entre el sector público y privado, con el objetivo de no solo generar este insumo, sino también establecer líneas de distribución de la misma. Pero estos convenios fueron desconocidos por la 4T porque “existía corrupción”, dejando a los millones de mexicanos sin el servicio de energía eléctrica y recientemente a varios estados con apagones, lo que es una mala señal si se busca que se instalen en México grandes empresas, porque el abasto de esta energía no es suficiente.
A esto se debe destacar que se habían creado fondos y fideicomisos que podría ser utilizados en caso de ser necesarios por consecuencias de algún desastre natural, o para fortalecer el sistema de seguridad pública o para apoyar a la producción alimentaría. Pero estos también fueron eliminados porque “existía corrupción” al interior de estos. Ahora que paso un evento natural en Acapulco, este lugar turístico tendrá que esperar más de tres años para su reconstrucción total, esto significa que se perderán miles de millones de pesos en derrama turística que se obtenían de Acapulco.
En cuanto a seguridad, la falta de estos fondos y fideicomisos permitió que los grupos criminales pudieran enfrentar y subyugar a las autoridades municipales y estatales, dejando una tercera parte del territorio nacional administrada por estos grupos delincuenciales. Los fondos para el fortalecimiento de seguridad en municipios y estados, se eliminaron en este sexenio, porque “existía corrupción”.
Y podemos seguir dando muchos ejemplos donde esta administración denominada 4T, trastoco los buenos resultados que poco a poco se obtenían, para dejarnos resultados negativos que tardaremos en revertir, varios años, si la oposición gana la presidencia o veremos como el país retrocederá otros años más ante la ineptitud de administración de quienes dicen tener la experiencia
Para no equivocarnos y erradicar el verdadero mal que tiene el país es necesario que todos los ciudadanos salgan a votar y botar a la 4T del país.