Estira y afloja
Directivos de empresas y especialistas en telecomunicaciones debatieron en el Foro México 5G sobre las nuevas tecnologías, su impacto en la población y la nueva sociedad digital que se convirtió en un habilitador de derechos fundamentales. Por eso muchos países tienen políticas decididas para fomentar el despliegue de infraestructura y tecnologías en este renglón. En México no es el caso.
Uno de los temas recurrentes es el alto costo del espectro radioeléctrico, insumo esencial para prestar los servicios. El gobierno lo ve con una óptica recaudatoria, lo que llevó a Telefónica a renunciar a sus concesiones de espectro radioeléctrico y montar su operación en su competidor AT&T, lo que claramente tiene un impacto negativo en la competencia dentro del sector, al convertirse en un operador móvil virtual (VMO por sus siglas en inglés); se dirá que es más que eso porque tiene recursos de red, pero la realidad es que hoy su vida depende de su competidor.
Por esta decisión, Telefónica ya no pudo cumplir el contrato con Spica Telecom para el desarrollo de infraestructura en zonas rurales, lo que permitiría llevar conectividad a comunidades marginadas donde Telefónica no desplegaba infraestructura. Se impactará a cerca de medio millón de usuarios de los que menos tienen.
Ante este incumplimiento, el Juzgado Noveno de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de CdMx ordenó a Telefónica conservar sus concesiones de espectro radioeléctrico para cumplir con sus obligaciones, lo que ya se comunicó a la SHCP. Esto significa que deberá pagar el próximo año al menos mil 200 millones de pesos por el uso del espectro radioeléctrico que pretendía devolver. Si ya era difícil la situación para la empresa como un operador móvil completo, se complica aún más su viabilidad como operador móvil virtual al tener que pagarle a la SHCP derechos por el espectro que ya no quería y a su competidor AT&T por permitirle usar el suyo.
Se ha pretendido minimizar la situación, pero lo cierto es que existe una orden vigente del poder judicial que representa una contingencia mayor para las finanzas y viabilidad de la empresa. Cualquier estrategia para enfrentarla no puede pasar por violar las leyes del mercado de valores de España y no revelarlo a sus inversionistas en la Bolsa de Valores de Madrid, lo que le complicará más las cosas a Telefónica.
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Se necesita abandonar la visión recaudatoria del espectro radioeléctrico que solo beneficia al agente económico preponderante en el sector y mata lentamente a la competencia en perjuicio de los consumidores; vamos tarde en la nueva era digital y el Congreso de la Unión debe actuar ya y reducir los derechos por el cobro del espectro o cualquier día de estos nos despertaremos con un solo prestador de servicios de telecomunicaciones.
J. Jesús Rangel M.
jesus.rangel@milenio.com