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>> Las y los legisladores coinciden que se trata de un derecho humano fundamental que debe ser prioridad en las políticas públicas

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó a la Secretaría de Salud que, en coordinación con el Instituto Nacional de las Mujeres, refuercen acciones con perspectiva de género que permitan visibilizar y salvaguardar la salud mental de las mujeres.

En el dictamen con punto de acuerdo se detalla que las afecciones de salud mental comprenden trastornos mentales y discapacidades psicosociales, así como otros estados asociados a un alto grado de angustia, discapacidad funcional o riesgo de conductas autolesivas.

Se precisa que, entre los problemas de salud mental más frecuentes, se encuentran la ansiedad y la depresión.

Dichos padecimientos pueden afectar todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones con los familiares, los amigos y el entorno social, además de que pueden generar problemas en la escuela o el trabajo, agrega el documento.

La diputada Karla Almazán Burgos, a nombre de la Segunda Comisión, presentó el dictamen y explicó que la salud mental es un tema que ocupa a todos, porque no sólo afecta nuestra esfera personal, sino que, tiene implicaciones significativas en el ámbito social, las cuales exigen atención.

“Una de cada cinco mujeres en todo el mundo experimentan depresión en algún momento de su vida, y el riesgo de padecer trastornos de ansiedad es ligeramente mayor en las mujeres que en los hombres, debido a factores como violencia de género, discriminación y las cargas desproporcionadas de trabajo doméstico y de cuidados”, señaló la legisladora de Morena.

Mencionó que la salud mental es un derecho humano fundamental que debe ser prioridad en las políticas públicas, por lo que se requiere reforzar las medidas para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos mentales, además de romper el estigma y la discriminación que los rodea.

La senadora de Movimiento Ciudadano, Ruth Alejandra López Hernández, indicó que, la mujer es vulnerable a la falta de salud mental debido a los roles que la sociedad le adjudica, como el trabajo doméstico y la familia, donde no se le reconoce ni remunera todo lo que hace.

“Factores sociales y psicosociales han impactado profundamente en la salud mental de las mujeres, porque se nos han impuesto estándares imposibles de cumplir, que se nos exigen desde niñas”, manifestó.

La senadora López Hernández insistió que otros de los factores que afectan la salud mental de las mujeres son las violencias recurrentes que padecen en los espacios públicos, educativos, laborales y familiares.

“Las condiciones y estándares en los que somos educadas millones de niñas y mujeres debe cambiar, porque no es justo, ni sano, ni digno para nosotras”, afirmó.

Destacó que lo que se plantea en el punto de acuerdo no es “ocurrencia o capricho”, sino el derecho básico a la salud y al bienestar, para que todas puedan desarrollarse con dignidad.