Se presento el Plan México que de convertirse en realidad será un factor detonante de inversión, nacional y extranjera, además de permitir una mayor captación de inversión externa, lo cual podría empezar a aliviar las finanzas públicas del Estado y México, que, en el corto plazo, se estima 2030, nuestro país podría tener un mayor valor agregado a sus productos de exportación
Sin duda, nadie estará en contra de un desarrollo y crecimiento más rápido de nuestros sectores productores, en especial el secundario, donde con un crecimiento real de las empresas mexicanas se podrían otorgar salarios justos y con ello empezar a ver una mejor calidad de vida de las familias mexicanas,
Este Plan México, ahora requiere que se aplique de manera formal lo establecido y que nuestro gobierno, empiece a buscar un trabajo en conjunto con Estados Unidos para evitar que alguna decisión del próximo presidente Donald Trump impacte de manera profunda en nuestra economía.
Deberemos entender que esta nueva política industrial nacional, ya está analizada de tal manera que a partir del mes de febrero se empezaran a establecer las herramientas y políticas públicas para que existan los financiamientos suficientes, de parte de la banca de desarrollo nacional, Nafin y Bancomext, para que las empresas mexicanas puedan establecer cadenas productivas, priorizando el uso de insumos y productos nacionales.
Esto con el objetivo de sustituir importaciones, principalmente de China y que estos recursos sean reinvertidos en las empresas establecidas en el país.
De esta forma el crecimiento de la economía mexicana tendrá un piso de 2.5 por ciento y de ahí hacia arriba, por lo que se busca que estos crecimientos sean consistentes y que no baje de ese nivel.
Ahora, este gobierno deberá trabajar para crear el ambiente suficiente que permita retomar el nearshoring como la plataforma de crecimiento de muchas zonas del país, y esto empezará precisamente al bajar la inseguridad en México, pero también dar una certidumbre jurídica par que los inversionistas coloquen sus capitales a largo plazo.
Se estimo que, con la agenda digital, se podrán acortar los tiempos para que las empresas puedan establecerse en México, además de que se otorgaran incentivos fiscales que harán más atractivo al país.
Pero también se deberá garantizar a las empresas mexicanas la aplicación de apoyos financieros, principalmente para las medianas y pequeñas empresas, con el objetivo de que se convierten en proveedores y se establezcan esas cadenas productivas.
En cuanto a la competencia tecnológica y científica, el gobierno federal deberá establecer un plan educativo logre no solo la capacitación sino también la profesionalización de quienes participaran en este nuevo desarrollo industrial mexicano.
En fin, esta propuesta, suena bastante bien, ahora solo falta hacer realidad cada uno de lo establecido en este Plan y esto dependerá de que nadie trate de aprovecharse de su posición en dentro del sistema de gobierno para sacar beneficio propio.