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Estira y afloja

El presidente Barack Obama pidió construir una barcaza especial para operaciones de exploración y explotación de petróleo y gas en el Ártico. A dos años de concluir su mandato decidió cancelar la operación y Challenger, construida por Superior Energy y Shell, fue adquirida por la empresa Ingemar, que preside José Valdés Cuervo.

La barcaza se llama hoy Poseidón y está en Ensenada, Baja California. Puede controlar cualquier derrame petrolero marino, su función original, y procesar entre 20 mil y 60 mil barriles diarios de crudo pesado o ligero. Empresas de Houston con intereses en México buscan negociar acuerdos, y hasta ahora no hay pláticas directas con Pemex.

Valdés Cuervo me comentó que procesa in situ el petróleo. Se conecta a un pozo y separa el crudo del agua y del gas; el agua se regresa al mar y el gas o lo quema o lo reinyecta. Adicionalmente se controlan fugas en caso de algún accidente. “Tendremos éxito en México y podemos coadyuvar de inmediato al interés presidencial de elevar la producción petrolera en cualquiera de los 20 campos de Pemex en el Golfo que requieren equipo especializado y que no está disponible en el mercado”.

A esta ventaja hay que agregar el hecho de que Pemex negocia con las empresas de siempre para construir plataformas que ocupan entre 18 y 24 meses para hacerlo con costos de 200 a 300 millones de dólares. “Es un negocio de riesgo y yo les digo que me paguen con el precio de producción; los costos adicionales los cubre mi empresa Ingemar como la instalación, operación, seguros, mantenimiento. Eso sí, que el pago sea puntual”.

En menos de 15 horas Poseidón puede ser trasladado de Ensenada a la sonda de Campeche para comenzar operaciones. “Ponemos además un tanquero con capacidad de 200 mil o 500 mil barriles para almacenar el petróleo crudo. Somos una real opción y estamos listos”, me comentó Valdés Cuervo, y hay más.

Cuarto de junto

La Concamin, de Francisco Cervantes, realizó las negociaciones para que, por fin, se realice la Mesa de Minería y dialoguen industriales del sector y autoridades de la 4T sobre los problemas sectoriales. La fecha está pendiente, pero Fernando Alanís, presidente de la Cámara Minera de México, ratificará su compromiso de aterrizar inversiones en este sexenio por aproximadamente 24 mil millones de dólares, si las condiciones son favorables; se busca la deducción del ciento por ciento de los gastos de exploración, al igual que en otros países, y la firma de pactos de estabilidad fiscal que den certidumbre al congelar contribuciones fiscales a 15 y 20 años como se aplica en Perú, Chile y Argentina. En la mesa se prevé la participación de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, y Francisco Quiroga, subsecretario de Minería de la Secretaría de Economía.

jesus.rangel@milenio.com