Ante la petición oficial por parte de Estados Unidos de iniciar consultas con México en el tema de energía, en donde la oficina de Representación Comercial (United States Trade Representative), reclama a México violaciones al Tratado de Libre Comercio de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), respecto a no darles un tratamiento como se les otorga a los mexicanos (en estos casos a PEMEX y CFE), y no se les da un tratamiento favorable respecto a las condiciones más favorables existentes. Específicamente las violaciones son las siguientes:
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- Cambios en la Ley de la Industria Eléctrica. Respecto a los cambios de criterios para el despacho de energía eléctrica por parte del CENACE, que le otorgan prioridad a CFE sobre los particulares, afectando los derechos concedidos en el T-MEC a las empresas de miembros del Tratado.
- Acciones discriminatorias por parte de las autoridades a empresas estadounidenses. Esto, a través de acciones u omisiones en la concesión de permisos y autorizaciones, principalmente por parte de la Comisión Reguladora de Energía, revocación de permisos o autorizaciones y atrasos en conceder permisos o autorizaciones para que empresas de energía estadounidenses operen en México, en la importación de energía eléctrica o combustibles, operación de plantas de energía renovable, almacenaje y traslado de combustibles, y establecimiento y operación de estaciones de suministro de combustibles.
- Dar a PEMEX un trato preferencial al permitirle suministrar diésel no-bajo en azufre. Esta violación consiste en que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) concedió a PEMEX una dispensa de 5 años sobre el requerimiento de suministrar diésel bajo en azufre, otorgándole una preferencia sobre el resto de los proveedores de diésel.
- Obligación a particulares para usar exclusivamente los ductos de PEMEX y de CFE para transportar gas natural y de comprar el mismo a PEMEX y a CFE. Esto deriva de directrices emitidas por la Secretaría de Energía, Centro Nacional del Control del Gas Natural (CENEGAS) y de la CRE.
Ante las reclamaciones arriba indicadas el presidente de la República, de forma manifiesta en sus mañaneras ha dicho, que, conforme al Capítulo 8 del T-MEC México tiene el derecho de manejar de manera soberana sus recursos energéticos, y que a promoción de compañías privadas mexicanas, los Estados Unidos (y próximamente Canadá) ha iniciado este procedimiento de consulta.
Específicamente, el presidente manifestó en su conferencia de la mañana del 28 de julio de 2022, diciendo que
“Aún tratándose del mercado más importante del mundo, si tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía no lo aceptamos, no vamos a entregar nuestra independencia a ningún gobierno extranjero. Además, no tienen razón, aun cuando tengan muchos lambiscones vende patria que les aplauden en nuestro país. No tienen razón, no fue en vano que se detuvo la negociación casi quince días por el artículo 8º del Tratado, porque me opuse a lo que ya habían negociado los funcionarios del gobierno anterior.” [el énfasis es nuestro].
Con esto, yo me pregunto, bajo el proceso de consulta las partes tratan de llegar a un acuerdo. Una buena señal es que los permisos de establecimiento de estaciones de servicio para suministrar combustibles parecen que ya fueron liberados, pero eso lo considero como algo menor ante la pretensión del gobierno de crear un mercado monopólico de energía para PEMEX y la CFE.
Si el presidente considera que el Capítulo 8º (el se refirió a él como “artículo”) que dice:
“Artículo 8.1: Reconocimiento del Dominio Directo y la Propiedad Inalienable e Imprescriptible de los Estados Unidos Mexicanos de los Hidrocarburos
- Según lo dispone este Tratado, las Partes confirman su pleno respeto por la soberanía y su derecho soberano a regular con respecto a asuntos abordados en este Capítulo de conformidad con sus respectivas Constituciones y derecho interno, en pleno ejercicio de sus procesos democráticos.
- En el caso de México, y sin perjuicio de sus derechos y remedios disponibles conforme a este Tratado, [el énfasis es nuestro] Estados Unidos y Canadá reconocen que:
(a) México se reserva su derecho soberano de reformar su Constitución y su legislación interna; y
(b) México tiene el dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de todos los hidrocarburos en el subsuelo del territorio nacional, incluida la plataforma continental y la zona económica exclusiva situada fuera del mar territorial y adyacente a éste, en mantos o yacimientos, cualquiera que sea su estado físico, de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.”
Le permite interpretar que México puede hacer lo que se le pegue la gana sin consideraciones a sus obligaciones asumidas en el tratado porque los hidrocarburos en el subsuelo “son nuestros”. Se equivoca el presidente en interpretar que:
• Este capítulo se refiere a energía eléctrica (únicamente comprende hidrocarburos).
• Que estas disposiciones no se refieren a hidrocarburos que no estén en el subsuelo.
• Aunque México (como ningún otro país del tratado), no ceden su soberanía en ningún aspecto. Sí se están comprometiendo a que si, en ejercicio de su soberanía, violan el Tratado, hay consecuencias para el que lo viola. Por eso la cláusula que dicta que “sin perjuicio de sus derechos y remedios conforme al tratado”.
En conclusión, si el presidente persiste en su criterio de que no cederá soberanía y que “no vamos a entregar nuestra independencia a ningún gobierno extranjero”, no le quedará de otra más que denunciar la cancelación del T-MEC, situación que requiere de una mayoría simple en el Senado, que Morena la tiene.
Esperemos que haya sensatez en nuestros gobernantes, de lo contrario, nuestro país se arruinará.