Este año, Hollywood decidió dejar de lado los reclamos de género, los raciales y hasta las referencias a la situación social y política de los Estados Unidos. Pareciera que la premisa de la entrega de los premios Oscar fue, esta vez, volver a las raíces. Y entonces, hicieron lo que mejor saben hacer: autocelebrarse. Con esa consigna, durante toda la noche se rindió homenaje a distintas producciones, desde Juno a la saga de 007, y así, más allá de que la trifulca de Will Smith y Chris Rock seguramente ganará el podio del momento más comentado, el momento dedicado a El Padrino se llevó todos los aplausos.
Faltaba poco para que la ceremonia terminara cuando el rapero Sean Combs presentó un clip de homenaje a la celebrada saga, cuyo primer film fue estrenado hace 50 años. “Esta noche estoy realmente honrado y emocionado de ser parte de este momento histórico. Como amante del cine, he visto estas películas cientos de veces. Y, como tantos otros artistas, me influyeron profundamente los temas que se muestran de manera tan brillante en la trilogía de Francis Ford Coppola”, expresó el músico, antes de que el auditorio comenzara a aplaudir.
“Temas que son universales, que trascienden todas las culturas: el deseo de respeto y de legitimidad, y la lealtad sobre la traición. Superar todas las adversidades en pos del poder. Pero lo más importante: el valor de la familia y la comunidad”, continuó. Y entonces, las pantallas del auditorio comenzaron a emitir un clip con algunas de las escenas emblemáticas de la trilogía.
Al volver, Combs le dio la bienvenida a tres de los grandes hacedores de aquel éxito: Coppola y los actores Al Pacino y Robert De Niro. Por primera vez, los presentes se pusieron de pie al recibirlos. El discurso que emitieron, sin embargo, dejó sabor a poco, no por la falta de contenido sino por lo efímero. “Momentos así se debe ser sincero y breve”, expresó el realizador. Y concluyó, tomando a los actores por la cintura: “Estoy muy agradecido de contar con dos amigos que vinieron para ayudarme a celebrar con ustedes este proyecto que iniciamos hace 50 años y que fue una colaboración extraordinaria, con muchas leyendas; tantos, que ni siquiera puedo tomarme el tiempo para nombrarlos, pero ustedes los conocen bien”.
“Quiero agradecerle a dos de ellos, desde el fondo de mi corazón. Uno es un colaborador al que le he agradecido muchas veces y cada vez que ven el título de El Padrino, su nombre está arriba: [el guionista] Mario Puzo. A segundo, nunca le he agradecido, pero llegó el momento, porque fue su participación y fueron sus decisiones las que hicieron posible esta película, [el actor y productor] Robert Evans. Gracias, y estamos con Ucrania”, expresó el director. De Niro y Pacino se limitaron a repetir la última frase.
Minutos antes, a las 23, se vivió otro momento emotivo cuando Elliot Page se reunió con sus compañeros en Juno, J.K. Simmons y Jennifer Garner, para presentar el premio a mejor guion original, que Diablo Cody ganó 15 años atrás por el film de Jason Reitman.
El último homenaje fue para Pulp Fiction, a 28 años de su estreno. Tras otro clip con escenas del film, se hicieron presentes Uma Thurman, Samuel L. Jackson y John Travolta, sus tres protagonistas. Otra vez, nominados e invitados se pusieron de pie y, en este caso, fue Jackson el encargado de tomar la palabra, pero debió esperar unos segundos a que sus compañeros dejaran de bailar a su lado, al ritmo de mientras sus compañeros bailaban a su lado al ritmo de “Miserlou”, el tema principal de la película de Quentin Tarantino.
“Algunos actores permanecen en sus personajes durante toda una toma y otros, simplemente, no pueden dejarlo ir”, comenzó su discurso, pero fue interrumpido por Thurman, con uno de los parlamentos de su personaje. “Quizá más tarde podamos buscar un batido de 5 dólares”.
Tras el paso de comedia, Jackson siguió: “Pulp Fiction fue una obra maestra y estos dos piensan que se trató de una competencia de baile”. Thurman y Travolta siguieron con su juego de recordar algunas de las líneas de sus personajes y los tres terminaron bromeando sobre el final abierto del film. Entonces, los tres se acercaron al atril, donde había un maletín similar al que aparece en la película y cuyo contenido sigue siendo un misterio. “Es hora de revelar qué había en el maletín”, expresaron antes de abrirlo y, al igual que en el film, quedar iluminados por su contenido. ¿Qué es lo que había? La tarjeta con los nominados a mejor actor, categoría en la que se terminó imponiendo Will Smith, por su desempeño en King Richard.