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La desaparición de organismos autónomos será tarea principal de la próxima administración en caso de ganar Claudia Sheinbaun, los comicios del próximo mes de junio, y por ello deberemos esperar el resultado de estos.

Sin embargo, por el momento deberemos poner atención a la preocupación que distintos organismos empresariales y gremiales han expresado como respuesta al inquilino de Palacio Nacional, ante la pasividad de enviar la iniciativa de ley para desparecer los órganos autónomos.

La idea del originario de Macuspana, Tabasco es regresar al Estado el poder de tomar decisiones en un poder central, el del presidente, porque estos organismos no “sirven para nada y son muy costosos”.

Lo que no entiende López Obrador, es que el regresar a un centralismo, como el de los años 170 y 80 del siglo anterior, es retroceder en el camino democrático y de transparencia que ha costado mucho a los mexicanos y que ha permitido que la libre competencia de los mercados eviten los monopolios o el acuerdo de varias empresas para imponer un recios al costo de sus productos o servicios.

A cambio de ello regresaremos al gobierno centralista donde la toma de decisiones este basada en las filias políticas e intereses del momento del gobierno, no del desarrollo económico o social.

El Consejo Coordinador Empresarial, presidido por Francisco Cervantes, que durante toda su presidencia ha sido precavido con el mandatario, pero ahora decide poner en el foco en amarillo señala que, “en las últimas dos décadas, los órganos reguladores han sido instrumentos para fortalecer la democracia y la competitividad del país. Sin ellos, México no estaría beneficiándose de la inversión y de la generación de empleos derivados de la relocalización”.

En tanto los Ejecutivos de Finanzas pertenecientes al Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) recuerdan al tabasqueño que la desaparición de los órganos autónomos minaría la confianza de invertir en México. “La autonomía de estos organismos ha sido fundamental para fortalecer la transparencia, la competencia y la eficiencia en sectores estratégicos de la economía mexicana, incluyendo el energético. La eliminación de estos entes autónomos no sólo comprometería la estabilidad y el desarrollo económico del país, sino que también iría en contra de los principios constitucionales de competitividad y del modelo de Estado regulador que busca garantizar un ambiente equitativo para todos los participantes en el mercado”, remata el IMEF.

Pero esto va más allá porque la desaparición de la COFE y el IFT pondrían nuevamente en la mesa de tribunales internacionales al México, porque estos organismos vienen avalados por el Tratado comercial T-MEC. En el artículo 18.17 del T-MEC entre México, Estados Unidos y Canadá, sobre organismos reguladores de la libre competencia y específicamente también en telecomunicaciones.

Entonces de hacer caso Sheinbaum a López Obrador, de continuar son su política de la autollamada 4T, México seguirá retrocediendo en su democracia, no habrá mayor libertad de competencia y los monopolios y empresas de un sector podrán unirse para aplicar un precio que no sea corresponde al servicio que ofrecen, pero como no habrá órganos que los regules, y tendrán la puerta abierta para hacer lo que les venga en gana.

Si esto no es ir contra la población que menos tiene, entonces nadie podrá entender que la ambición del poder es por encima de todos eliminado también el estado de derecho porque poco interés hay para los pobres, deberán conformarse con “programas sociales” que le poco aportan para sacarlos de su situación.