La visita a México de John Kerry, enviado especial para el Clima del gobierno de Estados Unidos, este miércoles 9 de febrero, ha generado una gran expectativa -sobre todo- porque ocurre a unos días de que el embajador estadounidense en nuestro país, Ken Salazar, respaldó de manera abierta la iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, al asegurar que el mandatario “tiene razón” en querer implementar cambios en el sector.
La llegada del funcionario estadounidense también ocurre a menos de un mes de que la secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, realizó una gira en la que se entrevistó con el mandatario mexicano, su homóloga Rocío Nahle García y otros funcionarios; así como en medio de los foros de debate que se realizan en el Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados y en donde el sector privado ha defendido su derecho a participar en la generación de energía eléctrica limpia y a bajo costo.
Este 9 de febrero, Kerry se reunirá con Andrés Manuel López Obrador, con el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, así como con otros funcionarios de alto nivel del Gobierno de México.
Aunque la agenda de trabajo oficial señala que se tiene previsto encontrar áreas de cooperación regional; acelerar el despliegue de energías renovables; avanzar en la implementación de programas de la naturaleza como Sembrando Vida; controlar y reducir la contaminación ocasionada por emisiones de gas metano; colaborar en la transición hacia el transporte eléctrico sustentable; entre otros temas medioambientales, el trasfondo es la reforma eléctrica que se pretende implementar en México.
Y es que la iniciativa presidencial de López Obrador, una de las más importantes de la Cuarta Transformación, pondría en riesgo las inversiones norteamericanas realizadas en nuestro país en el marco del Tratado Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
El propósito de la visita de Kerry sería lograr un trato justo y en igualdad de condiciones para los empresarios estadounidenses del sector energético y que no haya incumplimientos del T-MEC, ya que de lo contrario, México se haría acreedor de importantes y costosas sanciones.
Desde el pasado mes de septiembre, cuando el mandatario mexicano presentó la iniciativa de reforma, numerosos empresarios estadounidenses han acudido a la administración del presidente Joe Biden para que proteja sus inversiones realizadas en territorio mexicano, sobre todo en el marco del acuerdo comercial.
Las peticiones de los empresarios estadounidenses impulsaron la visita a México de la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, ocurrida el pasado mes de enero, debido a que con la propuesta de reforma eléctrica del sector mexicano “no crearía un campo de juego nivelado” para las empresas estadounidenses que quieran invertir en energía renovable en el país. Ahora, la visita de John Kerry tendría el mismo propósito.
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