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Ya vemos de qué es capaz.

No nada más por el incumplimiento de su palabra empeñada, pues prometió gobernar seis años Nuevo León y no tirar el cargo como lo hizo Jaime Rodríguez, El Bronco.

Sino porque ha puesto en riesgo la paz del estado, razón por la cual hasta el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, ha lanzado la voz de alarma sobre el rompimiento del orden constitucional y la intervención del Senado.

La pregunta es:

-¿Se imagina usted a Samuel García al mando de México?

Sería un desastre.

Volvió ingobernable su entidad antes del año al enfrentarse al Poder Legislativo y negarse a dar posesión a fiscales designados por el Congreso, cargo hoy ocupado por el interino Pedro Arce.

-A esa desobediencia ha seguido una confrontación que incluye cooptación de diputados, amenazas, persecución de negocios suyos y hasta de sus familiares -dicen las diputadas priistas Perla Villarreal y Jessica Martínez.

ACOSO INTERMINABLE

El hostigamiento de adversarios y legisladores es permanente.

Jessica Martínez enumera cómo los comercios de su esposo han sido perseguidos con auditorías, cobros indebidos, exigencia de requisitos no reglamentarios y hasta alza en las cuotas de agua en plena crisis de agua.

Ante esta situación, varios diputados locales han preferido dejar el cargo, entre ellos la priista Alhinna Vargas -a quien primero quiso cooptar con el DIF- y el panista Fernando Adame.

La lista de quejas es enorme, pero de mayor trascendencia son sus desobediencias de Samuel García al Poder Legislativo, hasta negarse a aceptar al gobernador interino mientras él hace campaña.

Lo peor de él llegó el miércoles, cuando hordas de emecistas acudieron al local del Congreso del estado e ingresaron por la fuerza para impedir la designación constitucional de su sustituto.

Pese a su política cavernaria, quien se promueve como lo nuevo de la política nacional ha recibido el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador bajo la máxima norma del sexenio:

–No me vengan con que la ley es la ley.

Aquí sólo queremos tomarle la oferta de pregúntenle a Nuevo León como es este candidato seleccionado desde Palacio Nacional y con un estado en plenas crisis política, de inseguridad y de sed.

MÁS TAREAS A XÓCHITL

Las tareas se le acumulan a Xóchitl Gálvez.

En lugar de concentrarse en su campaña y permear en la sociedad para tener opción de victoria, también debe negociar con cuadros políticos de los distintos partidos.

En su lista destacan exgobernadores de todo signo, panistas (Marco Antonio Adame, Ernesto Ruffo, Ignacio Loyola y otros), priistas (Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Riquelme) y perredistas (Arturo Núñez, Silvano Aureoles).

¿Acaso no es tarea de los dirigentes partidistas?

Y 2.- A propósito de Riquelme, Gálvez todavía trata su incorporación a la campaña en posición de mando y de estrategia política.

Sería muy útil, dicen en su equipo, por su buen gobierno y popularidad, virtudes también encarnadas por Manolo Jiménez Salinas, quien hoy se convertirá en gobernador de Coahuila.

Manolo es considerado un político ciudadano y lo confirmará con una gira desde mañana por todos los municipios para agradecer el voto y echar a andar proyectos.

Riquelme, como Beltrones, tiene asegurada la candidatura de mayoría al Senado.

@urenajose1