< El coordinador aseguró que la empresa está quebrada y el “Pemexproa” no presenta detalles claros ni dice cómo pagará a los proveedores
< Mario Di Costanzo afirmó que los esfuerzos para reactivar a Pemex han llevado al gobierno, en este año, a transferir 95 mmdp más a la paraestatal
Miguel Sulub señaló que la falta de pagos a empresas ha llevado a una contracción del PIB del 16% en Campeche y 12% en Tabasco
El Plan Estratégico de rescate para Petróleos Mexicanos (Pemex) anunciado por el gobierno de Morena es un engaño más, un intento desesperado por tapar con dinero público una crisis que ya costó 3.4 billones de pesos al país durante el sexenio anterior, afirmó el diputado federal Rubén Moreira Valdez.
En una mesa de análisis con el economista Mario Di Costanzo y el abogado Miguel Ángel Sulub, el legislador del PRI puntualizó que el nuevo plan “Pemexproa” no presenta detalles claro de cómo va a aumentar su producción, ni cómo se va a saldar sus deudas con proveedores, que ya suman más de 400 mil millones de pesos.
“Pemex no solo está quebrada, sino que el gobierno quiere que los mexicanos paguemos una y otra vez por un problema que ellos mismos generaron. Este plan es un engaño para la ciudadanía; no hay claridad, no hay estrategia y lo único que queda claro es que seguimos destinando recursos públicos que deberían ir a salud, educación y seguridad”, sentenció.
Durante el programa “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, el líder congresista detalló que durante el sexenio de López Obrador, la empresa recibió 2.1 billones de pesos en apoyos fiscales y transferencias de capital. A pesar de ello, subrayó, se perdieron 1.3 billones, sumando un costo total de 3.4 billones de pesos.
Refirió que la crisis que hoy vive la empresa se manifiesta también con menos producción de petróleo, entre 1.3 y 1.4 millones de barriles diarios, en comparación con lo que procesaba en 2018, que ascendía a 1.8 millones de barriles diarios.
Explicó que esto es consecuencia de dos fallas graves en la política energética del sexenio anterior, no se exploraron nuevos yacimientos, marginando a los empresarios nacionales, y se rechazó el uso de gas Shale, lo que generó una dependencia crítica de Estados Unidos, que hoy provee más del 75 por ciento del gas que consume la industria mexicana.
Rubén Moreira advirtió que la deuda real de Pemex podría superar los 3 billones de pesos, si se incluye lo que se debe a proveedores. El plan presentado, agregó, omite esta deuda operativa, crucial para la estabilidad financiera de la empresa.
En su intervención, Mario Di Costanzo aseguró que los esfuerzos para reactivar a Pemex han llevado al gobierno, en este año, a transferir 95 mil millones de pesos más a la paraestatal, mientras la inversión pública ha caído 30 por ciento, el gasto en salud se ha reducido 26 por ciento respecto al año pasado, y educación y programas sociales han sufrido recortes.
Insistió que fue una decisión errónea construir una nueva refinería, en la que se gastaron más de 20 mil millones de dólares, en lugar de modernizar las existentes. “Hoy, Pemex pierde dinero al refinar por su ineficiencia y por producir combustóleo que nadie quiere”, apuntó.
A su vez, Miguel Sulub lamentó lo que sucede en Campeche y Tabasco con la quiebra de empresas. Sostuvo que los efectos son evidentes: una contracción del PIB del 16 por ciento y 12 por ciento, respectivamente en estas dos entidades.
Citó lo que sucede en Ciudad del Carmen con muchas empresas que han cerrado, no hay flujo de efectivo que les permita cobrar. “La falta de pagos ha dejado a pequeñas empresas sin liquidez, perseguidas por el IMSS, el Infonavit y el SAT, con pérdida de empleados, mientras Pemex no cumple sus obligaciones”, sentenció.