“Si solo penas te causo yo, me voy mi vida de tu presencia, aunque me duela, en el corazón”. Javier Solís
“Muchas veces reaccionamos cuando ya nos tocó, ahí sí caemos en la cuenta (de) que hay necesidad, sin embargo, no esperemos que nos toque la violencia para que participemos (…)”.
¿Sabe usted quien lo dijo?
El padre Marcelo Pérez y, el domingo último, le tocó: lo ejecutaron en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Era activista social, defensor de los derechos humanos, de sus coterráneos de las comunidades indígenas. Era de origen Tzotzil.
¿Y cuál fue la reacción de la doctora presidenta?
“Por supuesto, lamentamos este hecho. Y no podemos especular, necesitamos que se hagan las investigaciones (…)”, dijo la Princesa Caramelo en su conferencia mañanera de ayer.
¡Ah!, bueno, ¿y qué del alto índice de inseguridad y criminalidad que priva en el país que no otea solución, desde hace 5 años y once meses de vigencia del gobierno de la 4T y el balbuceante segundo piso?
Disculpe tantas interrogantes, pero ¿dónde está la Guardia Nacional y sus geniales investigadores?
Lo dicho: en la 4T algo le deben a Rubén Rocha Moya que lo arropan con la impunidad.
Y, en ese nivel de dejar hacer, dejar pasar, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, transita entre la demagogia y el desprecio por quienes le dieron voto y confianza. ¡Que se jodan!
Rutilio entregará el cargo en diciembre y apisona su despedida con inauguraciones de oropel mientras el territorio se convulsiona en la mar de inseguridad. ¡Ay!, Chiapas.
Señoras y señores, Chiapas y Sinaloa, dos muestras de estados cuyos habitantes se niegan a vivir bajo el control del poder de facto que asesina, secuestra, extorsiona…
¡Recórcholis, maestro Harfuch!
Chiapas, Sinaloa, Zacatecas, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México, Colima, Puebla, Michoacán… ¡Ufff! ¿Dónde está el gobierno estatal y federal?
¡Ah!, por supuesto, en las declaraciones de siempre, de lamento y oferta de coordinación entre las policías federales, estatales y las municipales que no amilanan a la poderosa fuerza criminal que transita libremente por calles de capitales y e importantes localidades de la república.
La advertencia y denuncia es pública, cotidiana, palpable, de terror, pero de las reuniones del gabinete de seguridad, en los 21 días de gobierno de la doctora presidenta no se observa decisión alguna que impacte al crimen organizado.
“Nosotros seguimos manifestándonos, nosotros vamos a seguir movilizándonos, nosotros seguimos arriesgando nuestras vidas, pero le pedimos a Dios que ellos (el gobierno estatal y federal) hagan su trabajo, que ellos en verdad tomen en serio defender la vida del pueblo, que no lo sometan a la esclavitud bajo el yugo de la violencia…
“Un gobierno no debe esconder la verdad; un gobierno debe trabajar desde la verdad lo que están viviendo los pueblos (…)”, declaraciones premonitorias del padre Marcelo Pérez y, el domingo 20 de octubre lo ejecutó el crimen organizado.
¡Claro!, el atildado Rutilio Escandón declaró que ya se investiga y avanza la coordinación con el gobierno federal y bla, bla, bla.
Los chiapanecos viven, sí, entre la demagogia del gobernador que ha dejado crecer la inseguridad. ¿Por qué no recibió el apoyo de su amigazo Andrés Manuel López Obrador? ¿Por qué primero la máxima de abrazos, no balazos? Y que se chinguen los chiapanecos.
Sí, sí, también que se chinguen los sinaloenses que, sometidos por el terror de chapitos y mayitos, observaron el triunfo de Rocha Moya y otros etcéteras de Morena, en los comicios de 2021.
Y de ahí a lo inédito. El affaire del secuestro de El Mayo Zambada, acto de la anunciación de lo que puede hacer Estados Unidos, es decir, la DEA, la CIA, el FBI extraterritorialmente y que provocó pánico en el gobierno estatal, la punta de la madeja que llevó al gobernador a desplegar una pueril operación para decir “aquí no pasa nada”.
Por eso, por pretender ocultar la ejecución del maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda que demostraba el vínculo de Rocha Moya con El Mayo, derivado de su relación estrecha con El Chapo Guzmán, se armó un operativo que llevó a la renuncia de la maestra Sara Bruna Quiñonez a la Fiscalía General del Estado de Sinaloa.
¡Ajajá!
Un cuento de policías y ladrones que no conmovió al licenciado, entonces aún presidente Andrés Manuel y su sucesora Claudia Sheinbaum que defendieron como dueño y heredera del poder a Rocha Moya.
Bueno, bueno. Usted se preguntará que esgrime en su descargo el gobernador que, en otros tiempos, ya habría sido desaforado y estaría en prisión. Su caso es de insultante impunidad y tomadura de pelo a todo mundo.
Corte de caja, ayer, en Culiacán Rocha Moya declara:
“No hemos terminado con el conflicto, lamentablemente ahí está. No podemos, es decir, la única manera que tenemos de combatir la inseguridad que todavía tenemos, es reconocerla en su nivel, en su nivel, ni maximizarla ni minimizarla
Ellos (la Fiscalía General de la República) presumen derivado de su investigación que ese fue un montaje, es lo que dicen, bueno, eso es lo que ya tiene avanzado la fiscalía y derivado de eso dice que podrán actuar. Yo no puedo emitir opiniones de valor en un proceso de investigación, no me corresponde ni tengo la autoridad o la facultad para hacerlo porque, quien tiene que opinar ministerialmente, es quien investiga”.
No, Rocha Moya no puede emitir opiniones, lo que debería estar emitiendo en este momento es una declaración como indiciado ante el Ministerio Público Federal, frente al doctor Alejandro Gertz Manero. ¿O no?
Pero…
–Y, también, saber si van a iniciar investigaciones del gobernador (Rocha Moya) o si ya dio una declaración –preguntaron ayer a la Princesa Caramelo. Su respuesta no conmueve, es la misma, mimética del pasado reciente. Lea usted:
“Le corresponde a la Fiscalía General de la República. Ellos, también con apoyo de las instituciones del Ejecutivo cuando se solicita, hacen esta investigación y hacen este hallazgo, de inmediato lo comunican. Y la Fiscalía General de la República sigue haciendo sus investigaciones, y ahí hay autonomía, y tiene que seguirlas haciendo.
“Por otro lado, sigue la petición al gobierno de Estados Unidos para que se informe cómo fue esta detención (de El Mayo); esa solicitud sigue”. O sea.
–¿Y cuál es el mensaje que le envía a la población de Chiapas, además de los jesuitas y conferencistas del episcopado? —requirieron a la doctora Sheinbaum.
–Sí, estamos trabajando en dos áreas en Chiapas, como en todo el país (…) estamos trabajando tanto con el actual gobernador como con el gobernador entrante, Eduardo Ramírez y Rutilio Escandón, se está trabajando con ellos en dos áreas: uno, una intervención social de apoyo, de atención a las causas y, por otro lado, pues de investigación e inteligencia para poder hacer las detenciones. Entonces, se está trabajando en ese estado como en otros –respondió la doctora presidenta.
O sea. Lo mismo, lo mismo. ¡Recórcholis, Drakko!
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