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A medida que se acerca el 2 de junio, los ciudadanos mexicanos deberemos tomar muy en serio la responsabilidad de salir a votar, porque esta es la herramienta mas efectiva para mantener la democracia en el país.

Pero no solo es solo salir a sufragar, sino debe ser el resultado de una análisis profundo de la situación en donde nos encontramos, no solo como país, sino este debe ser desde nuestra persona y por supuesto el núcleo familiar.

Porque el resultado de los comicios serán el futuro que durante seis años viviremos y por ello es que deberemos apreciar esta libertad que aun tenemos para elegir a quien lleve las riendas del país, pero que esto se haga con transparencia y por supuesto con valores de honestidad.

Hasta el momento, muchos mexicanos, al menos en una tercera parte del territorio nacional, han perdido muchas libertades y derechos, derivado de la incapacidad del gobierno federal para coordinarse con los otros dos ordenes de gobierno, estatal y municipal, para hacer frente a los grupos criminales que se apoderado de esa parte del país. Por lo tanto, deberemos ayudar para que esa parte del territorio pueda liberarse del yugo impuesto por esos grupos criminales.

Exigir a quien asuma la presidencia de México y los gobiernos estatales y municipales que están en juego y los que ahora los ejercen, se coordinen para a través de una política de seguridad publica se erradique este mal que, lamentablemente, en estos seis años se acentuó en el país.

Deberemos exigir que quien asuma estos gobiernos respeten y hagan respetar las leyes y no muestren desprecio por ella como hoy vemos que lo hace el inquilino de Palacio Nacional.

Que respeten la división de poderes y que permitan que cada uno de ellos ejerza su función con libertad y no bajo la presión ideológica de una sola persona, o que permitan que el ejecutivo federal incida en sus decisiones.

Deberemos exigir que el Ejecutivo Federal utilice los recursos públicos, que son de todos los mexicanos, para que con políticas publicas se apoyen a los tres sectores productivos, para reactivar el crecimiento económico del país y que este si pueda ubicarse por encima del 4 o 5 por ciento, Esto es, que las obras que se realicen sean para un beneficio inmediato para toda la población y que sus presupuestos de construcción sean los mas exactos posibles y no se eleven tres o cuatro veces. Que esas obras se hagan con total transparencia y que no se beneficie solamente a familiares o amigos de los funcionarios públicos otorgándoles contratos porque de la noche a la mañana crean empresas que sin contar con alguna experiencia se les adjudican esos contratos.

Salir a votar significa también que el país que prometen los políticos se haga realidad. Donde la excelencia educativa, en salud y servicios que ofrezca el estado, con el uso de los recursos públicos sea una realidad, donde ninguna comunidad sufra de la falta de estos servicios. Donde, el respeto a pensar distinto se real y que México no siga dividido socialmente, para que exista la paz social.

Deberemos notar para exigir un México con desarrollo en todas sus áreas para que la población obtenga una mejor calidad de vida, que todos tengamos la capacidad de movilidad social y la educación y capacitación para competir laboral y profesionalmente con otras naciones.

Salir a votar es exigir que las riendas de México las lleve una o un estadista que se rodé con gente con las capacidades reales para ejercer sus puestos públicos y no le tiemble la mano para despedir a sus colaboradores que caigan en la deshonestidad y la falta de probidad.

Salir a votar es pensar no solo en el futuro de corto plazo, sino a largo plazo para que sea el México que heredemos a futuras generaciones sin problemas que aun seguimos intentando erradicar,