Nos iniciamos muy temprano, a finales de los 70, en la revista Interviú, yo como reportero y él como asistente de revelado de María García, quien con cariño y paciencia lo introdujo a la fotografía periodística.
Por allí y con ellos, participaba, sólo por afición, la periodista Norma Inés Rivera, en esa época secretaria de José Pepe Guindi, dueño de la publicación que dirigía Luis Arenas Aguilar, y que había encabezado anteriormente Pedro Álvarez del Villar.
Con el correr del tiempo —y ya con una trayectoria muy sólida en el fotoperiodismo—, Marco Antonio estaría presente el 19 de abril de 2009, en el pódium de la atestada Sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes, acompañando a Norma Inés, su colega y amiga, durante la presentación de su libro Pata de perro, la biografía de Héctor García, a quien siempre reconoció como su maestro, aunque su vocación, reitero, dio inicio al lado de María García, en el laboratorio de revelado de la publicación. Esa es la verdad histórica.
Por cierto, Marco Antonio, de origen poblano, era un estupendo caricaturista y practicó la pintura antes de iniciarse formalmente en la fotografía. Muchas veces le serví de modelo para sus trazos y cordialmente me bautizó en ellos como Chabelolsen, una variante graciosa de Jimmy Olsen, nombre del joven ayudante de Clark Kent, Superman, en el periódico Daily Planet.
Interviú, entre sus filas, logró aglutinar a una pléyade de ilustres colaboradores, reporteros y fotógrafos, entre ellos Juan José Arreola, Fernando del Paso, Gustavo Sáinz, Renato Leduc, Ricardo Garibay, Rafael Cardona, Jorge Lebedev, Pedro Ocampo Ramírez, Emilio García Riera, Irma Serrano y Miguel Aguirre Castellanos.
También Alejandro Rossi, Ignacio Ramírez, Elsa Blum, Miguel Reyes Razo, Patricia Berumen, Martha Anaya, Carlos Ulianowsky, José Ramón Garmabella, Sergio Mora Gómez, Ángel Estivill, Ximena Ortúzar, Gerardo María, Teresa Gil, Carlos Patiño, Héctor y María García, Herminia Dosal, Ricardo Merkel y Jaime Andrés Arrroyo. De los ilustradores y caricaturistas, recuerdo a Eduardo del Río Rius, Sergio Arau, Dzib, Castruita y Rutilio Moreno Rumor.
Cuando nos incorporamos un grupo de jóvenes reporteros a sus filas, participaban entonces Edgar Ceballos, Luis Alberto García y Gustavo Cortés Campa en la estupenda mesa de redacción.
De entre ese grupo que nos iniciamos con Marco Antonio en la brega periodística, se contaba también a Jesús Bojalil, Eduardo del Castillo y el fotógrafo Joaquín Ávila. Luego se sumó Gerardo Tena, mi compañero de generación en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Al paso del tiempo, estrechó nuestra amistad con Marco Antonio, la relación entrañable y familiar de Héctor y María García y nuestros encuentros en su casa de Cumbres de Maltrata se mantuvieron cotidianamente hasta la llegada de la pandemia.
La noticia de su inesperado fallecimiento este viernes, a causa de un infarto, mientras viajaba a bordo de su inseparable bicicleta en la que se desplazaba por toda la ciudad, nos ha tomado por sorpresa y nos impuso su cuota de dolor.
El próximo 15 de abril presentaría su libro Marco Antonio Cruz: la construcción de una mirada (1976-1986) de Alberto del Castillo Troncoso en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, con la participación de Rebeca Monroy Nasr, John Mraz, Héctor Zarauz y Alberto del Castillo. El evento no se pospondrá y será transmitido de las 18:00 a las 21:00 horas a través de Facebook/Institutomora.
Su maestra María García se mostró sumamente conmovida por su prematura partida, y al igual que su colega Antonio Caballero, reconoció su valía y trascendencia en la fotografía.
Su repentina muerte, nos ha golpeado en el corazón y así lo hemos sentido todos quienes lo conocimos y tuvimos el privilegio de verlo evolucionar y crecer desde las instalaciones de la calle de Biarritz número 9, en la Zona Rosa de la Ciudad de México, hasta su paso en la revista Proceso, de la cual era coordinador de Fotografía.
A Marco Antonio se le extrañará, sin duda.
(Todas las fotos forman parte de archivo personal del Columnista Alberto Carbot)