COMPARTIR

Loading

La presencia de Claudia Sheinbaum en la cumbre del G7 fue favorable para el país por reducir su retraimiento de la escena internacional y mejorar su posición para un “acuerdo general” como propone a EU sobre los mayores problemas de la agenda bilateral. Pero diversificar relaciones y reconectar con otros socios es una buena ruta para no caer en el “dividir para reinar” de Donald Trump para imponer sus acuerdos debilitando a sus interlocutores.

Ante esa clase de estrategias, Canadá es un socio clave para el entendimiento mutuo frente a sus embates contra los dos países, aun bajo el paraguas común del T-MEC. El mayor resultado de su visita fue abrir la puerta nuevamente a un esquema de negociación del tratado a tres bandas, que en 2018 les permitió cooperar y superar desavenencias con EU; además de comparecer en un foro de alta visibilidad global donde fijar postura sobre la guerra comercial y las fuertes tensiones por las redadas de migrantes. Así hizo para pedir que sean reconocidos.

El aislamiento del sexenio de López Obrador o apostar todo a la relación con Trump hace al país presa fácil de los ataques de sus políticas agresivas, en la conocida táctica de crear divisiones para vencer y evitar que se unan en su contra como amenaza común. Ésa ha sido la punta de lanza de sus ataques contra el multilateralismo en favor de resolver los asuntos “bis a bis” en negociones bilaterales, y también la forma de tratar con sus socios en el T-MEC para preparar la revisión del acuerdo o el problema del narco en Norteamérica.

La aparición de Sheinbaum en la vitrina del G7 es un mensaje que quiere decir que no está tan sola como Trump podría creer de su impronta imperialista y expansionista del MAGA. Las reuniones con otras potencias como la India o la UE, con la que anunció un nuevo tratado comercial para 2026, son beneficiosas para romper la presión y el cerco a la migración, el comercio y la seguridad que su gobierno impone para conseguir ventajas.

Por eso México tiene que ir más allá de su posición reactiva apalancada en perder lo menos posible frente al asedio y la incertidumbre del “TACO”, dado que estar atrapado en sus redes lo convierte en uno de los más afectados por sus políticas. En esa dirección parece caminar el planteamiento que logró hacer Sheinbaum a Trump, de buscar un acuerdo general que incluya comercio, seguridad y el reconocimiento de los migrantes, en una llamada telefónica tras partir intempestivamente de la reunión y con la que trataron de mostrar comunicación fluida, a pesar de la cancelación del primer cara a cara en el marco de la “cumbre”.

En efecto, la salida de Trump en la primera jornada por el escalamiento de tensiones en Oriente Medio frustró ese encuentro y desplazó la atención de la cumbre a un segundo plano, pero no sin antes tener que escuchar la posición común de los líderes del G7 urgiéndolo a retroceder en su guerra comercial y desacelerar el conflicto entre Irán e Israel, en una postura en que México también puede respaldarse.

Sin lugar a duda la expectativa de la “foto” de Sheinbaum y Trump en Canadá representaba una buena oportunidad para relajar la tensión por las graves recriminaciones contra ella por las protestas de migrantes y el rechazo a las redadas ordenadas por Trump. Y preparar el terreno para abordar los grandes problemas económicos de sus políticas proteccionistas sobre la economía mexicana en vísperas de la renegociación del T-MEC.

Aunque esos objetivos centrales quedaron sin verse reflejados en fecha determinada para reponer la reunión, Sheinbaum aprovechó su comparecencia para hacer propuestas para fortalecer la “cooperación efectiva para el desarrollo y el comercio justo” con una Cumbre por el Bienestar Económico, que en ausencia aluden a los efectos perniciosos de las políticas proteccionistas de su homólogo de EU.

La idea no consiguió demasiado eco, pero en cualquier caso el mayor mérito de su asistencia fue el compromiso de Canadá de buscar una reunión de los “tres amigos” de Norteamérica para reconducir la negociación trilateral del T-MEC. Para México y Canadá es fundamental cerrar filas después de haber caído en la trampa de la negociación bilateral con alguien que nadie sabe que va a hacer, y que tampoco sabe bien que dice, pero siempre busca dividir para ganar.