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El pueblo estaba feliz, feliz y de buenas, había gran algarabía porque se iba a acabar la corrupción, porque ya no habría esa nefasta alianza de la Mafia del Poder con el Gobierno, porque, por fin, los más desprotegidos iban a tener un defensor con el mayor poder existente en México, el del Presidente de la República.

AMLO nos prometió que gobernaría con la ley en la mano, respetando la Constitución y el Estado de Derecho, que haría un gobierno de justicia y respeto a los derechos humanos, que resolvería el gran problema que tenemos de inseguridad. ¿Quién iba a objetar eso, fuera de los miembros de esa mafia del poder y de los políticos que se asociaron con ellos?: nadie. Mucho menos las clases medias, que experimentarían por fin, el tener un gobierno honesto, de buena fe, con compromiso con el elemento esencial de la existencia del Estado mismo: el pueblo.

Pero ¿qué ha pasado?, pues básicamente mucho discurso y pocos resultados. No me voy a poner a enunciar lo que ya todos conocemos. Pero lo que sí puedo describir, es, ¿qué hubiera pasado si Morena no hubiera obtenido la mayoría en la Cámara de Diputados?

Primero tenemos que describir las facultades que tiene la Cámara de Diputados. En primer lugar, dicha Cámara es colegisladora de la Cámara de Senadores, es decir, que, para hacer leyes, siempre se necesita el consentimiento mayoritario de los que integran la Cámara de Diputados. Si se inician leyes en dicha Cámara, el Senado las revisa. Si se inician leyes en el Senado, la Cámara de Diputados las revisa. Ambas cámaras puedes regresar a la cámara de origen las minutas (así se conocen los proyectos de ley aprobados en una cámara), con observaciones.

Ahora bien, conforme a la Constitución, si Morena no hubiera tenido la mayoría que tiene en la Cámara de Diputados, el presidente no habría podido haber hecho los siguientes cambios que han sido ya aprobados, y que, a mi forma de ver las cosas, atentan contra las libertades de los ciudadanos y nuestro bienestar, aunque muchos de esos cambios hayan estado disfrazados con el aura del combate a la corrupción:

• La pérdida de la libertad y patrimonio sin previo juicio, a pretexto de un contrabando o de una defraudación fiscal.

• La pérdida de la libertad, sin previo juicio, por fraude electoral.

• La Guardia Nacional y la militarización del país.

• La ley de Amnistía que, literalmente, pondrá a cientos de miles de delincuentes en la calle.

• La austeridad republicana que ha desmantelado a la administración pública federal de sus mejores elementos, dejando en su lugar a gente incompetente o corrupta.

• El manejo del presupuesto federal con fines asistenciales y clientelares y no de desarrollo económico.

• El regreso de los privilegios a los sindicatos de maestros y la cancelación de la evaluación educativa para quienes educan a nuestros hijos.

Pero, uno de los efectos más importantes que puede tener para el país la pérdida de la mayoría de la Cámara de Diputados, es que el presidente nunca más podría hacerle el daño que le está causando al país impulsando leyes con trasfondo ideológico y sin sustento para generar bien común, porque se toparían con el rechazo en una de las Cámaras.

Además, la Cámara de Diputados tiene en exclusiva las facultades para ponerle un alto al presidente el manejo del presupuesto con fines clientelares y electorales, pudiendo impulsar un rescate hacia las actividades económicas productivas, para salvar los empleos que se están perdiendo por millones ante la negativa del presidente de querer otorgar esos apoyos.

Por último, una mayoría con los diputados perseguirían la disciplina presupuestal y el castigo a los funcionarios y acciones de gobierno que han permitido el desorden en las licitaciones de gobierno que han provocado más corrupción y favoritismos en las contrataciones públicas.

Todo esto lo han impulsado e impedido Morena y sus aliados. Los ciudadanos tendremos el poder de sacarlos en el 2021. ¡Hagámoslo!