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Todavía resisten muchos.

Son policías con decenios y lustros de carrera en distintas áreas federales y soportan humillaciones en la Guardia Nacional (GN), cuya militarización no se ha consumado.

Pero no es por falta de intentos.

En varias ocasiones, año tras año de este sexenio, se organizan programas para deshacerse de ellos o bien se les concentra en actividades… o sin ellas, porque no se les dan comisiones.

Hay distintas maneras.

Tras las protestas de principio del sexenio a partir del acta de nacimiento de la GN, el 26 de marzo de 2019 si se parte del Diario Oficial, muchos de estos elementos quedaron marcados y se les hostiga.

No se les quiere aunque conserven sus plazas, se les paguen salarios y mantengan prestaciones fundamentales como servicios médicos, pero parecen no entender.

Simplemente no aceptan las condiciones, no renuncian y ahí están, casi todos en el limbo -la Iglesia Católica ya lo desapareció, pero no el régimen- y la mayoría espera un retiro digno.

¿Pero cuál?

RETIRO DISFRAZADO

Este año tendrán otra oportunidad.

Un oficio de principio del mes, con dedicatoria especial al personal de carrera en las extintas Policía Federal (PF) o Policía Federal de Caminos (PFC), circula en altos niveles listo para su instrumentación.

La comandancia a cargo del general David Córdova Campos, sucedáneo del hoy subsecretario Luis Rodríguez Bucio, emitió una notificación de manera económica.

La información es corta pero precisa:

Las distintas instancias del Gobierno federal -donde más impacta es en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público- ha autorizado el Programa de Separación Voluntaria para el ejercicio 2023.

Con una acotación:

Es sólo “para el personal de carrera que desee adherirse”.

El registro y trámite correspondientes estará a cargo de la Dirección de Control de Estado de Fuerza en la Operación del 13 al 24 de marzo, previa emisión de lineamientos.

Los oficios son prolíficos en nombres de la estructura de la Guardia Nacional -Investigación Interna, Responsabilidades en Asuntos Internos, Vigilancia y Supervisión Interna-, pero no tiene caso reproducir la letanía.

De una u otra manera la militarización sigue.

MARCELO AL QUITE

1.- La presión de Estados Unidos es general contra el Gobierno mexicano.

La administración de Joe Biden ha aportado investigación suficiente sobre el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros y es tiempo de la justicia.

El embajador Ken Salazar ha estado en comunicación constante con Palacio Nacional y la entrevista de ayer con el fiscal Alejandro Gertz Manero anuncia observación permanente hasta ver resultados.

Mientras tanto, como en muchos casos anteriores, el canciller Marcelo Ebrard fortalece la comunicación con Washington y para atenuar las reacciones contra México por la vía diplomática.

Y 2.- Con menos resonancia de las corcholatas porque ellos no tienen recursos públicos ni aparatos estatales de Gobierno, pero los aspirantes presidenciales de oposición no cejan.

Los más visibles son los priistas Alejandro Murat y Enrique de la Madrid, quienes recorren el país y en cada entidad forman comités de apoyo en espera de una estrategia integral de Va por México.

¿La habrá?