>> Los recursos ejercidos fueron 6.6% menores a lo asignado para el año
>> El subejercicio para la población sin seguridad social fue del 16.0%
>> Con la creación de La Clínica es Nuestra, se cubriría el 56% de las unidades de primer nivel
Existen diferentes momentos presupuestarios que permiten dar seguimiento al gasto público. En la Cuenta Pública (CP), se evidencia si se cumplieron y/o excedieron las metas de gasto de cada ramo del presupuesto, pues en ella se presenta el gasto de forma estructurada para entender cómo se ejercieron los recursos.
En ese sentido, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), refiere que de acuerdo con la CP 2023, a pesar de que se aprobó un incremento de 4.2% en el gasto en salud respecto a 2022, la ejecución en el sector presentó un subejercicio de 6.6%; el mayor en los últimos diez años con 62 mil 139 mdp sin ejercer.
En el documento “Evolución del gasto en salud. En 2023, el mayor subejercicio en diez años“, el CIEP destaca que aunque todos los años existen ajustes respecto del gasto aprobado, en los recursos asignados a la población sin seguridad social, el subejercicio en salud para dicho año fue de 16% con 53 mil 612.4 mdp. En cambio, IMSS, ISSSTE y Pemex suman un sobreejercicio de 4.6%.
El CIEP también hace referencia a la reciente creación del programa La Clínica es Nuestra (LCN), el cual operará bajo la misma lógica de La Escuela es Nuestra, con transferencias directas a comités en las comunidades. A LCN se asignaron 3 mil 981.4 mdp para la operación de 11 mil 947 centros de primer nivel. Cabe destacar que dicho monto equivale a 3.09% del presupuesto de IMSS-Bienestar. Con ello, la cobertura de los centros de LCN sería del 56% de las 21 mil 447 unidades de primer nivel reportadas por la Secretaría de Salud y el IMSS Bienestar.
Finalmente, el CIEP refiere que para asegurar un buen desempeño y ejecución del presupuesto se requiere contar con mecanismos periódicos de seguimiento, supervisión, ejecución y evaluación de los recursos. Además, las ineficiencias en el gasto en salud revelan las desigualdades en la atención de la población y comprometen la oportunidad en los tratamientos y servicios médicos que la población recibe.