La historia de Claudio Formenton ha dado la vuelta al mundo, pues el italiano hizo lo imposible para poder conocer en persona a una joven de la que se enamoró por internet, sin embargo la historia fue todo menos romántica, pues terminó siendo secuestrado.
¿Quién es Claudio Formenton?
Es un empresario italiano de 64 años de edad que está al frente de un grupo especializado en el procesamiento de mármol y granito con sede en Fossò, en el Véneto. Y su historia, la cual ahora investiga la Fiscalía de Roma comenzó a finales del año pasado.
Primera versión
En noviembre de 2021 Claudio Formenton se tomó una semana de vacaciones, y avisó a su familia que viajaría a Costa de Marfil para trabajar en una comunidad misionera en Abiyán, capital económica de aquel país.
Cuando el empresario llegó al aeropuerto se encontró con un taxista que lo esperaba con un cartel en el que aparecía escrito su apellido. Formenton creyó que era un colaborador de los misioneros y que había ido a recogerlo, por lo que se subió al coche. Ahí comenzó el drama.
El taxista terminó secuestrándolo, esto con la ayuda de otro grupo de delincuentes. Y, durante tres días, los secuestradores fueron cambiando de sitio, hasta que finalmente escondieron a Claudio Formenton en un hotel de la localidad de Bonoua.
Durante estos días el empresario no respondió ninguna llamada ni mensaje de amigos y familiares, por lo que, ya alarmados, decidieron alertar a la policía italiana.
El grupo de investigación de los Carabinieri se movilizó y, a través de la geolocalización del celular de Formenton, consiguieron dar con su paradero.
Los investigadores lograron detectar que se encontraba en un hotel de la ciudad de Bonoua, tras haber pasado anteriormente por un par de escondites. Hasta la habitación del hotel, donde estaba vigilado por un secuestrador, llegaron las fuerzas del orden locales para liberarlo.
Segunda versión
La primera historia que se ventiló resulta digna de un guion de Hollywood, incluso si se suman las declaraciones de Stefano Marrone, abogado de Formenton:
“Estaba en contacto con misioneros locales. Durante años ha estado haciendo trabajo voluntario en nombre de las poblaciones de los países pobres, especialmente en África”.
A las que sumó que su cliente es alguien que es alguien que hace todo lo que puede por los demás, siempre dispuesto a echar una mano a todos. Tiene un fuerte apego a la religión. Fue objeto de un secuestro repentino, que afortunadamente se resolvió sin consecuencias.
Sin embargo todo esto se puso en duda cuando la Fiscalía de Roma inició con el proceso de investigación y comenzó a cruzar datos con las declaraciones del empresario. Pues se encontraron con que Formenton había mantenido una relación a distancia con una joven llamada Olivia Martens.
De acuerdo a lo declarado por el propio empresario, Olivia es una chica marfileña que conoció por internet, quien entre otras cosas le platicaba de manera constante sobre las dificultades que tenía para pagar abogados que le ayudaran a resolver ciertos problemas legales.
Claudio Formenton había rechazado enviarle dinero, en cambio le pareció mejor idea conocerla y visitarla en Costa de Marfil, aprovechando la colaboración con los misioneros. Para la autoridades italianas esto fue una trampa y, probablemente, la joven Olivia Martens ni siquiera existe.
De hecho, los investigadores sospechan que seguramente existen otros casos en donde la banda de secuestradores hizo caer a otros italianos adinerados por medio de Olivia Martens y del internet.
FUENTE: WWW.MSN.COM, LINEA POLITICA, 15/01/2022.