Un testigo narra cómo estuvo el desvanecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador en la base aérea militar de Mérida
Acción Nacional (PAN) vive tiempos cruciales.
De recuperación o de suicidio.
Lo primero sería independizarse de cacicazgos, reorganizarse, convocar a afiliaciones masivas, presentar proyectos atractivos para la militancia y la ciudadanía en general.
Trabajo de superficie y pasar de la crítica contumaz a la propuesta.
Y lo segundo es poner -o imponer, mejor dicho- a un dirigente endeble, frágil ante la voracidad de un Presidente y un gobierno con la mirada fija en la oposición para aniquilarla.
Es el debate en puerta.
Hacia allá va la segunda fuerza política del país y se lo han advertido al presidente nacional Marko Cortés, al influyente Ricardo Anaya y a cuadros históricos interesados en enderezar el rumbo.
El nombre ya se expresa en voz alta.
-Poner a Jorge Romero es un riesgo muy alto porque la embestida oficial lleva años contra el llamado cártel inmobiliario en la alcaldía Benito Juárez, cuyos efectos sufrió el excandidato a jefe de Gobierno, Santiago Taboada.
CÁRTEL INMOBILIARIO
El bocado es apetecible.
Entremos a la hipótesis -o mejor dicho temor- de muchos panistas conspicuos:
Con causa o sin ella -la política se justifica sola-, la justicia capitalina decide proceder en contra del actual coordinador de la bancada azul en la Cámara de Diputados.
Es poner a Jorge Romero y tal vez a otros cuadros como el propio Santiago Taboada a disposición de quienes pretenden llevarlos ante la justicia para dar validez a la especie usada contra el PAN.
Eso podría suceder a días después de tomar posesión el nuevo comité, pues las buenas formas no son distintivo de este gobierno ni de su estructura partidaria y de justicia.
El partido se quedaría sin cabeza, deshecho, con varios efectos adicionales: el discurso oficial se henchiría con sus propios argumentos y la oposición se debilitaría en el frente legislativo, en especial la bancada azul.
Sin oposición y la mayoría calificada asignada por el Instituto Nacional Electoral (INE) de Guadalupe Taddei, el oficialismo tendría plena libertad en el Congreso y se encaminaría a una victoria más avasalladora en las elecciones intermedias de 2027.
Repito: aquí sólo reflejamos el debate interno y lo han expresado por los mismos aspirantes a suceder a Marko Cortés, entre quienes se mencionan a Adriana Dávila, Damián Zepeda, Mauricio Vila y quienes se apunten.
Ah, y para no polarizar la lucha entre Dávila y Romero, se pretende insuflar a Kenia López Rabadán, a fin de simular un juego más abierto para la contienda de octubre.
LAS DUDAS DE LÁZARO
¡Ah caray!
¿De verdad Lázaro Cárdenas Batel piensa demasiado si acepta la responsabilidad histórica de su abuelo Lázaro Cárdenas del Río y asumir Petróleos Mexicanos (Pemex)?
Eso comentaban ayer colaboradores de Claudia Sheinbaum, en víspera de anunciarse la primera generación de funcionarios de primer nivel para el próximo gobierno.
A la vez, crecía la versión de encomendar la Secretaría de la Función Pública (SFP) a Raquel Buenrostro, a quienes muchos la califican como una mujer inflexible, con carácter de hierro.
Son dos de los muchos rumores y misterios en vías de desvelarse.
@urenajose1