La primera conclusión es evidente:
Andrés Manuel López Obrador mandará hasta el día último de septiembre y luego sabremos si le entrega el poder a Claudia Sheinbaum.
Algo han traslucido los medios.
La candidata presidencial ganadora pidió gradualidad y hasta propuso foros y esa mascarada llamada parlamento abierto para retrasar la aprobación de las reformas.
Pero López Obrador no estuvo de acuerdo y ordenó a sus huestes en la Cámara de Diputados, comandadas por Ignacio Mier, dictaminarlas en las próximas semanas.
Los proyectos deberán estar listos a más tardar en agosto, último mes de la Legislatura LXV, a fin de aprobarla en septiembre próximo, primero de la LXVI.
Es decir, López Obrador tomó la determinación y así será: en compañía del Congreso de la Unión, modificará gran parte de la estructura constitucional con severos daños al Poder Judicial, el Estado de Derecho y la desaparición de órganos autónomos de contrapeso.
DISCREPANCIAS
Antes de seguir, una acotación:
Hay muchas coincidencias de Claudia Sheinbaum con Andrés Manuel López en torno a las dos docenas de iniciativas y en las 18 modificaciones anunciadas el 5 de febrero a la Constitución.
El tema es de matices.
La ganadora de las elecciones piensa en una gradualidad de forma y de fondo: calendarizar las discusiones y aprobación quizá a lo largo del próximo período ordinario, de septiembre a diciembre.
A esa forma se agregaría el fondo: la reestructuración del Poder Judicial no sería en los términos presentados -la instrucción presidencial es aprobarla sin modificar ni una coma-, sino con ajustes.
Por ejemplo, para los cargos mayores -magistrados y ministros- postular sólo a miembros del propio Poder Judicial pero con prestigio, comprobada honestidad y con experiencia.
También estaría a favor de la rotación a fin de no concentrar asuntos en un solo juzgado, tribunal o sala, pues ahora las decisiones se aglutinan en una persona, como sucedió con los amparos al AIFA y al Tren Maya.
LOS MODERADOS
1.- Ante la orden terminante, falta ver qué puede hacer el próximo gobierno.
Por ejemplo, el coordinador de foros y futuro canciller Juan Ramón de la Fuente promete negociaciones y buscar consensos tanto en el Poder Legislativo como en la vida nacional.
Lo mismo han ofrecido Claudia Sheinbaum, Rogelio Ramírez de la O y Marcelo Ebrard a los empresarios extranjeros con el propósito de generarles confianza y atraer inversiones.
2.- En lo judicial, cabe tomar en cuenta la advertencia de la agencia antidrogas estadunidense, la DEA:
Según el organismo de Greg Millard, el riesgo de abrir a elecciones libres a cualquier interesado facilitaría la intervención de los narcotraficantes y en general del crimen organizado.
Ellos impulsarían a sus propios abogados a cargos judiciales.
Y 3.- El gobierno mexiquense tomó una decisión atinada: involucrar a la ONU para crear un nuevo modelo de gestión del agua.
Primero invitó a Pedro Arrojo, relator especial sobre Derechos Humanos al Agua Potable y al Saneamiento, quien en la centenaria Escuela Normal de Toluca llamó a “hacer las paces con el agua y promover una gobernanza democrática con el vital líquido”.
Cuánta falta nos hace.
@urenajose1