Fue un indulto de facto.
Pero negociado.
Narro la historia:
En 2004, cuando Luis Echeverría Álvarez sentía sobre sus espaldas a la justicia, buscó protección en el PRI y específicamente en su dirigente Roberto Madrazo Pintado.
-No se vería bien -le planteó el exmandatario tras varias intermediaciones- que un expresidente de México vaya a la cárcel y se pierda el respeto hacia la máxima institución del país.
Luego vino la petición:
-Por el bien de la institución presidencial, le pido tenga a bien gestione ante el presidente Vicente Fox que no se me persiga y menos aún me abran proceso por lo que se me acusa.
Los cargos eran públicos a causa de un fiscal boquiflojo, mediático, nada dado a la aplicación del derecho penal y luego se supo poco aplicado en el buen manejo de los recursos públicos:
Genocidio por los crímenes de Tlatelolco en octubre de 1968, la matanza estudiantil del 10 de junio de 1971 y, en conjunto con la suma de la llamada guerra sucia, delitos de “lesa humanidad”.
ABOGAR POR EL ENEMIGO
Roberto Madrazo Pintado escuchó la solicitud.
Consultó con muchos priistas ínclitos -en aquel tiempo el PRI no estaba desmadejado y se reconstruía con opción de victoria- y al final decidió atender la solicitud.
“Me costaba mucho en lo personal porque mi padre (Carlos Alberto Madrazo) y él estuvieron muy confrontados desde los tiempos de Gustavo Díaz Ordaz. Eran dos proyectos diferentes de país.
“Recordarás: Carlos Alberto -Roberto le llama indistintamente mi padre, mi papá o simplemente Carlos Alberto- luchó por democratizar al PRI y luego de ser destituido buscaba crear el Partido Patria Nueva.
“Esto incomodó mucho a Díaz Ordaz y a pesar ello hizo una gira por todo el país. Fueron famosas sus visitas a mil municipios para promover a candidatos a presidentes municipales con elección abierta de la militancia”.
Después impulsaban la candidatura presidencial de Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda y Crédito Público y padre del llamado desarrollo estabilizador, pero ya no llegaron hasta esa etapa en 1970, justo cuando fue lanzado Echeverría.
Sigo con mis apuntes:
Carlos A. Madrazo obtenía mucho respaldo por doquier. Uno de sus principales simpatizantes y promotores era el ideológico priista Jesús Reyes Heroles, quien luego fue presidente del PRI con Luis Echeverría.
La confrontación de Madrazo padre con el poder prosiguió hasta su muerte, el 4 de junio de 1969, cuando un avión de la Compañía Mexicana de Aviación se estrelló en la Sierra del Fraile, en Nuevo León.
El vuelo 704, un Boeing 727X-SEC, dio contra el cerro Tres Picos sin dejar personas vivas y entre las víctimas estaba Graciela Pintado, mamá de Roberto Madrazo Pintado, y el mejor tenista mexicano hasta entonces, Rafael Pelón Osuna.
Desde entonces se le denominó crimen político y se le relacionó con él a la sazón secretario de Gobernación, Luis Echeverría.
De ahí venían las reservas de Roberto Madrazo Pintado, quien pese a esa fama y a la confrontación entre ellos decidió intervenir por considerarla una obligación de Estado.
La negociación es tema de mañana.
MAZOS PARA BIDEN Y AMLO
1.- Julian Assange será el más interesado en los resultados de la visita de López Obrador a Joe Biden a la Casa Blanca.
Si el mandatario mexicano hace su propuesta de demoler la Estatua de la Libertad en caso de recibir, encarcelar y condenar en Estados Unidos al programador y periodista, el resultado lo veremos todos:
Biden tomará un mazo y de inmediato ambos se irán a la Isla de la Libertad a dar los primeros golpes para demoler el monumento construido por Frédéric Auguste Bartholdi y donado por Francia en 1886.
Pero si esto no sucede, entonces la suerte de Assange estará echada: seguirá en Reino Unido su juicio de deportación para una larga, larguísima condena en Estados Unidos.
Y 2.- La persecución contra el dirigente priista Alejandro Moreno es un mensaje para muchos opositores.
El principal, por ahora: Ricardo Anaya, el excandidato presidencial panista acusado por el peñanietismo y quien huye desde comienzos del sexenio actual.
Hoy poco importa si Emilio Lozoya acusó en falso a muchos -dígalo él es senador Jorge Luis Lavalle- y se quedó con todo el dinero de su exclusiva corrupción.