COMPARTIR

Loading

Iberdrola le dijo adiós a México al vender todos sus activos a la también española Cox por 4 mil 200 millones de dólares, mientras la aseguradora alemana Allianz presentó una disputa ante el Ciadi del Banco Mundial por tratamiento fiscal en México, que se suma al de la francesa AXA contra la pretensión del gobierno de cobrar IVA sobre los pagos por siniestros.

En este ambiente, y a pesar de contar con todos los permisos vigentes de Semarnat, Gobernación y Marina, Muelles del Caribe suspendió su proyecto de construcción del cuarto Muelle Cozumel con una inversión de 2 mil millones de pesos por asuntos más políticos que técnicos. Cozumel podría quedar fuera de un mercado de mil 600 millones de dólares anuales al perder capacidad para nuevos megacruceros en 2026.

El argumento principal que frenó el proyecto es “Villa Blanca”, símbolo de conservación marina y restauración de corales, aunque tiene una denuncia por instalar estructuras para manipular corales sin evaluación ambiental ni autorización oficial. De hecho la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y Gestión Ambiental de Quintana Roo anunció que verificará si hay o no daños.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente documentó las estructuras metálicas de la empresa Sand Dollar Sports, que transformó el fondo marino en un parque temático privado disfrazado de santuario coralino. Dirigida por John Fynn, desde hace más de 40 años, se presenta como centro certificado PADI y miembro de Green Fins, pero no existen manifestaciones de impacto ambiental, permisos fiscales ni claridad sobre sus ingresos.

Según documentos oficiales, ni Sand Dollar Sports ni Cozumel Coral Reef Restoration Program, encabezado por Germán Méndez, están legalmente constituidos como asociación civil ni cuentan con registros en el SAT, aunque ofrecen cursos, tours y “certificaciones ecológicas” de hasta 250 dólares, mientras invitan a turistas a presenciar los corales en su acuario costero por 49 dólares.

La firma, registrada como Arrecifes Centro, también ocupa la zona federal para operar su bar Sunset; se presume que de ahí se financia la campaña contra Muelles del Caribe, aunque el movimiento ambientalista perdió en todas las instancias en un juicio resuelto de fondo. Su personal carece de seguridad social, como Manuel Acuña Cepeda, guía de buceo gravemente herido por la propela de una embarcación.