La diputada Ana Paola López Birlain (PAN) propuso exhortar a la Secretaría de Salud, así como a los institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, a que en esta temporada invernal, apliquen la vacuna contra la influenza a toda la población en situación de riesgo.
En un punto de acuerdo que analiza la Comisión de Salud, indica que desde el ámbito de las políticas públicas no se le ha puesto suficiente atención a la influenza, a pesar de sus consecuencias, pues de acuerdo con la Secretaría de Salud, por esta afectación la población pierde potencialmente 17 mil 182 años de vida al año.
Este padecimiento es más frecuente y grave entre las personas con diabetes, pues las probabilidades de ser hospitalizadas aumentan de tres a seis veces; y el riesgo de muerte por complicaciones de la influenza es seis veces.
El Consejo Nacional de Vacunación recomienda vacunar a todos los diabéticos y a la población en riesgo, como personas con cáncer, enfermedades cardiovasculares, obesidad mórbida, que padecen asma o alguna enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o infectadas con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
“No obstante, en el Sector de Salud Pública no se vacuna a una persona con diabetes, a no ser que se considere descontrolado”, alertó López Birlain.
“La epidemia de hace diez años parece estar ya muy lejos, pero los riesgos persisten. Durante la temporada pasada de influenza, la cual abarcó de octubre de 2018 a mayo de 2019, se reportaron 53 mil 208 casos de enfermedad tipo influenza, siete mil 210 fueron confirmados y 811 murieron”.
La diputada integrante de la Comisión de Salud expuso que las cifras reportadas son por el “método de evaluación centinela”; es decir, que solo se confirman las que se notifican en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, y no se tiene la contabilidad de todos los casos de influenza en el país.
El 92.5 por ciento de las personas que murieron no se aplicaron la vacuna contra la influenza, el 75 por ciento de defunciones tenían una o más comorbilidades asociadas (diabetes, hipertensión, obesidad, EPOC, insuficiencia renal crónica, enfermedad cardiaca, inmunosupresión y/o asma).
Por ello, urgió una cobertura completa para los grupos de riesgo y contar con el presupuesto para la compra y aplicación de un esquema que prevenga complicaciones en la población.