Estira y afloja
Muchos comentarios y preguntas sobre lo escrito ayer aquí. La principal inquietud es si fue adecuado el monto de pago por Walmart y Femsa, una vez que comparé las cifras con las utilidades netas de 2019 para ambas empresas. Me critican por haber dicho que “no es entendible” que Carlos Slim Helú y familia no dieran a conocer cuánto pagaron al SAT en enero. Van las respuestas.
En el caso de la familia Slim, considero que si tienen 11 empresas en la Bolsa Mexicana de Valores, entre ellas Grupo Carso, América Móvil, Minera Frisco, Inbursa y Telmex, lo menos que esperan los inversionistas es transparencia en la información; al igual que Walmart y Femsa, en un comunicado debieron informar del pago al fisco. No entiendo por qué ocultar el cumplimiento de ley y un acuerdo con el SAT.
Comparé cifras de Walmart y Femsa de 2019 porque se refieren a hechos de ese año. La primera dijo el 25 de mayo que liquidó al SAT 8 mil 79 millones de pesos para “concluir asuntos fiscales sustanciales que incluye la revisión sobre la operación de venta de la cadena de restaurantes Vips previamente divulgada y otras cuestiones fiscales sustanciales”. En su informe anual explicó que “las autoridades fiscales realizaron una revisión de la operación de venta de la división de restaurantes Vips a Alsea y emitieron un oficio de liquidación, en el que reclaman el pago de supuestas diferencias en el pago de impuestos que, al 31 de diciembre de 2019, ascienden a 10 mil 559 millones, que incluye impuestos, multas, recargos y actualización”.
Femsa explicó que saldó al SAT 8 mil 790 millones de pesos para “finalizar diferencias de interpretación que existían sobre impuestos pagados en el extranjero sin recurrir a instancias judiciales”. En los estados financieros de 2019 reconoció “activos por impuestos diferidos derivados de pérdidas fiscales pendientes de amortizar (NOL’s) por aproximadamente 9 mil 224 millones de presos y créditos fiscales por recuperar por aproximadamente mil 855 millones. Las NOL’s fueron generadas principalmente por las operaciones de Brasil y México y son atribuibles a las deducciones fiscales por la amortización del crédito mercantil generado por las recientes adquisiciones de negocios en Brasil y por la remedición de los efectos de los préstamos en moneda extranjera de la operación en México”. Esos son los antecedentes y lo pagado es lo que se negoció.
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