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“Bésame, bésame mucho/ que tengo miedo perderte/ perderte después…” Consuelito Velázquez

Eso de darlas o no, es un asunto de semántica popular, ¿a poco no? Pero…

Máxima reiterada en la praxis política: entre legisladores podrán hacerse pedazos, pero nunca se harán daño…

Y sí.

Una escena es en las sesiones de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, entre escaños y curules, desde la tribuna y en pasillos.

Otra es la que ocurre al término de las sesiones, cuando la calentura de la votación llevó a extremos físicos y verbales, sobre todo verbales, que lindan entre la mentada de madre y hasta el reto a los madrazos.

Se abrazan; palmadas en la espalda, sonrisas y no pasa nada. Pero, pero…

“¡Hey, hey, hey, ahí! ¡Hey, senadores, senadores!”, exclamó el intelectual y presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, ayer en vano intento de calmar los ánimos. Lo ignoraron y de plano declaró un receso, cuando los ánimos se encendieron entre senadores del PAN y de Morena, con asistencia pacifista del honesto chiapaneco Manolo Velasco.

“Aquí o donde quieras…”, retó al senador panista Mario Vázquez Robles el pulcro demócrata Adán Augusto López Hernández –“mi hermano”, lo llamó en su momento Su Alteza Serenísima– pastor del rebaño sagrado y sobrerrepresentado de Morena en el Senado.

No, no es nuevo ni asombra la forma en que se maltratan senadores y senadoras, diputados y diputadas federales. Usted lo sabe: es parte del folclor político. No es, por supuesto, asunto privativo de México.

Sí, aquí como en cualquier parte del mundo los políticos de todo nivel suelen agarrarse incluso a madrazos en el recinto de pleno. ¿Duelen las mentadas de madre en cualquier idioma? Mire usted.

Todo comenzó ayer cuando el senador panista Mario Vázquez Robles dijo desde la tribuna que, a diferencia de Javier Corral –quien igualmente estuvo a punto de darse una madriza con el lingüista Gerardo Fernández Noroña– Morena había cooptado y amenazado al senador Miguel Ángel Yunes Márquez para que “las diera” a cambio de que le retiraran órdenes de aprehensión.

“Resulta de un cinismo inconcebible que digan que el senador Yunes, es un ejemplo de suma generosa a la causa de ustedes cuando todo mundo sabe perfectamente que le han eliminado las órdenes de aprehensión que tenía previamente a que ustedes lo cooptaran y lo amenazaran y él concediera y cediera ¡y las dio!”, acusó el chihuahuense Vázquez Robles.

Y que se le van encima Adán Augusto López Hernández y Miguel Ángel Yunes Márquez quien lo amenazó: “te voy a romper tu madre, aquí o allá afuera”.

Y que interviene Enrique Vargas del Villar, vicecoordinador de los senadores panistas. Yunes, como buen lingüista, en pulcro castellano le espetó: “¡tú no te metas, hijo de la chingada”.

En esas andaban cuando el ex panista Luis Fernando Salazar, ejemplo de convicciones que hoy es senador de Morena, agarró del pescuezo a Enrique Vargas, quien pudo haber imitado la queja de Derbez: “¡mihorcó!, ¡mihorcó”!, pero el atildado Manolo Velasco, coordinador de los senadores del Verde, jaló el brazo de Luis Fer.

Enrique Vargas confirmaría que el muchachón Yunes Márquez amenazó de muerte a Mario Vázquez y lo retó a salir del salón de sesiones para agarrarse a madrazos. Imagínese la escena.

Bueno, bueno, bueno.

“Les afectó sus castos oído –dijo Vázquez Robles en entrevista– y amenazaron con madrearme, ése fue el término: madrearme. Voy a poner una denuncia, tengo el apoyo de mi grupo parlamentario y voy a hacer responsable tanto a Yunes como a Adán Augusto López de lo que me pase a mí o a mi familia”.

Antes, cuando las aguas volvían a su cauce, desde su escaño, el senador chihuahuense advirtió:

“Y no nos van a amedrentar, así agredan, así amenacen como lo han hecho hasta de muerte, a quien sea de nosotros, insisto, señor presidente aquí ha habido amenazas, hay grabaciones de ello, testimonios de ello, amenazas contra mi persona”.

Por supuesto, los patriotas Yunes y López respondieron. ¡Faltaba más!

“Que el que me falte al respeto, senador o no senador, aquí o afuera tendrá una respuesta. Yo tomé una decisión de apoyar a la presidenta Claudia Sheinbaum, apoyar a México y nadie me puede criticar por ello. No me voy a dejar”, retó el valiente y nacionalista Yunes Márquez.

En su turno, desde su escaño Adán Augusto respondió:

“Desde luego que hay una diferencia con el señor senador y aquí, afuera o donde él quiera nosotros estamos dispuestos, al menos yo a sostenérselo en su cara y desde ahora le digo: yo renuncio a cualquier fuero, que el señor vaya y que me denuncie y que me diga nada más a dónde tengo que presentarme.

“Por sostener mi palabra yo no voy a doblar y no le tengo miedo a nada”, refutó Adán, envalentonado con la mano izquierda oculta en la bolsa derecha del pantalón.

¡Recáspita, Cánelo!

Pero el cierre es de película.

Sí, jóvenes y jóvenas, por la noche, mediante comunicado Gerardo Fernández Noroña se sumó al pleito y junto con Adán Augusto López Hernández, los coordinadores parlamentarios del PVEM, Manuel Velasco Coello, y del PT, Alberto Anaya Gutiérrez, se solidarizaron con Miguel Ángel Yunes Márquez y el senador titular Miguel Ángel Yunes Linares.

Demandaron investigar agresiones en contra de Yunes Márquez. Y hasta “reprobaron con firmeza las agresiones sufridas en su contra y de su familia en un restaurante”.

¡Caray!, piden “a las autoridades correspondientes y a la Fiscalía General de la República dar seguimiento puntual a la investigación sobre la agresión en contra del senador de la República”.

No, pos sí, la victimización es lo suyo, olvidan que el que se ríe se lleva. ¿No que muy machitos? Tienen la piel delgada, pero, verá usted cómo el bochornoso caso pasará al olvido y se perdonarán. La patria en sus manos, el futuro de usted, de sus hijos, de todos quienes morenos o no, tricolores albiazules, verdes o rojos o naranjas, en la decisión de estos personajes.

¿Y qué tal si ofrecen disculpas y piden perdón a quienes creyeron en ellos y votaron por ellos? Imposible, imposible, Drakko. Lástima. Digo.

sanchezlimon@gmail.com @sanchezlimon1