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Luego de la visita en menos de un mes de tres altos funcionarios de Estados Unidos a México –entre ellos la vicepresidenta Kamala Harris– con quienes se abordaron asuntos de seguridad, ayer el gobierno estadounidense actualizó sus alertas de viaje para el país y advirtió a sus ciudadanos del riesgo de secuestro en 16 entidades.

El indicador “K” establecido para designar el riesgo de secuestro se implementó desde el año pasado y según datos de la Embajada estadounidense en México, sólo un estado estaba incluido en esa lista.

Además de la visita de Harris, quien puso sobre la mesa la importancia de atender el problema de los 82 mil desaparecidos en México, el combate a las bandas del narco y de polleros, así como reducir los homicidios, semanas antes visitó el país el director de la CIA, Williams Burns y esta semana el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

La reunión con Mayorkas se centró en la reapertura de la frontera, reactivación económica y migración, aunque también se reunió con la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; y el titular de la FGR, Alejandro Gertz.

En la alerta emitida ayer, el Departamento de Estado de EU divide el riesgo en cuatro escalas, que van desde tomar precauciones habituales hasta no viajar.

En el nivel cuatro, que recomienda no viajar a esos destinos por la comisión de delitos y secuestros ubicó a Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas.

En el nivel tres, que plantea reconsiderar el viaje por las mismas razones están Baja California, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Estado de México, Morelos, Sonora y Zacatecas.

En nivel dos, que plantea tener mayores precauciones, también por delitos y secuestros, la autoridad estadounidense ubicó a la Ciudad de México, Nuevo León y Puebla.

Las únicos estados donde el Departamento de Estado solo recomienda las precauciones habituales; es decir, están en el nivel uno, son Campeche y Yucatán.

En Colima, a donde recomienda no viajar, el gobierno de EU pone énfasis en el riesgo que existe en Tecomán, la frontera con Michoacán, la carretera federal 110 y el puerto de Manzanillo, salvo la zona turística y portuaria.

Sobre Guerrero, señala que el crimen y la violencia están generalizados “y los grupos armados operan independientemente del gobierno en muchas áreas”.

En Michoacán sólo se recomienda viajar por carretera para transitar por el estado entre la Ciudad de México y Guadalajara.

Morelia está permitido y el puerto de Lázaro Cárdenas, pero únicamente el centro y zonas portuarias, la llegada debe ser aérea.

En cuanto a Sinaloa indica que “el crimen violento está muy extendido” y limita los viajes a su personal a Mazatlán, Los Mochis y Topolobampo, siempre y cuando arriben por vía aérea o marítima.

La alerta en general que da el Departamento de Estado para el país es de nivel tres, pero por riesgo de Covid-19.

Hasta el cierre de esta edición no hubo pronunciamiento de la Secretaría de Relaciones Exteriores, encabezada por Marcelo Ebrard, quien participó en las reuniones con los funcionarios estadounidenses en los días previos.

Los temas que se acordaron durante la visita de Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, son socialmente factibles, loables y razonables, pese a que se considere que se impusieron al gobierno mexicano, consideró Luis Antonio Andrade Rosas, investigador en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.

Expresó que la migración, la seguridad y el tema económico en la franja fronteriza son fenómenos que están impactando a ambas naciones, por lo que expuso que no fue “tanto que nos los impongan, son razonables, son lógicos”.

“Son honestos y la forma de pedirlo es muy respetuosa respecto a la anterior administración de Donald Trump, pero es exactamente lo mismo”, expuso.

Detalló que EU ya no está en capacidad presupuestal para dar asilo político y empleo a miles de migrantes, por lo que ante la imposibilidad de regresar a sus países por las condiciones de violencia y de pobreza, la opción es que se creen las condiciones entre ambos Gobiernos para impulsar programas, incentivar a diversos sectores productivos y ocupar a las personas migrantes.

“Está bien encaminado, están focalizando los sectores hacia donde se va a abrir esta generación de empleo que habla de cuatro, seis millones, y no solo para los mexicanos, sino para la gente que se queda ahí (en la frontera).

“Algunos sectores que pudieran recibir a estos posibles migrantes son vivienda, medio ambiente, reciclaje, se trata de generar empleo a través de esos sectores para ocuparlos”.

Destacó que estas acciones tendrán que realizarse en compañía del sector privado, que requerirá de garantías de ambos gobiernos para que los inversionistas de cualquier lado de la frontera tengan las condiciones y motivos para arriesgar su dinero.

Texto: 24 HORAS