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La nadadora estadounidense Anita Álvarez ha protagonizado este miércoles el momento más dramático del Mundial de natación que se celebra en Budapest. La deportista se encontraba terminando su ejercicio durante la final del solo libre de natación artística en la piscina de la Isla Margarita cuando, a punto de terminar su actuación, ha perdido el conocimiento y se ha quedado en el fondo de la piscina sin dar muestras de reacción. Rápidamente, su entrenadora, la española Andrea Fuentes, que estaba vestida de calle, se zambulló en el agua para sacarla a flote mientras llegaban las asistencias médicas.

Entre Fuentes y un miembro de la organización del torneo consiguieron sacar a la nadadora de 25 años de la piscina para que fuera atendida por el equipo de sanitarios, que rápidamente la sacaron en camilla del recinto. Minutos más tarde, una vez terminada la prueba, el equipo estadounidense informaba en sus redes sociales que Álvarez se encontraba “bien” y fuera de peligro.

Texto: PERIÓDICO EL PAÍS